Oficializaron al bachillerato popular del barrio Ameghino

A punto de cumplir tres años de vida, el Bachillerato Popular para Jóvenes y Adultos Carlos Fuentealba fue oficializado por el área de Educación del gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
La propuesta se desarrolla en el barrio Ameghino por iniciativa del Movimiento de Trabajadores Comunitarios (MTC) y desde 2009 cuenta con el trabajo de un cuerpo de docentes que planifica, junto a los estudiantes, una pedagogía inscripta, con sus particularidades, en los principios del pedagogo brasileño Paulo Freire. El cierre de año también sumará otra buena noticia para el espacio autogestionado: la escuela contará con la primera camada de egresados.  
La oficialización incluye la posibilidad de emitir títulos y el sueldo para los docentes, quienes hasta el momento desempeñaron su tarea sin percibir remuneración alguna. El convenio también alcanzó a otros cinco bachilleratos que si bien ya estaban oficializados, la carencia de antecedentes de estas experiencias educativas había hecho que el Estado los incluyera como escuelas de gestión privada. Además del bachillerato de Luján, recibió el visto bueno oficial una propuesta desarrollada en la ciudad de Lanús.
Los pasos para lograr el mentado objetivo no fueron sencillos ni individuales, sino que partieron del reclamo colectivo llevado a cabo desde una coordinadora de bachilleratos. Al respecto, la docente Carolina Francia explicó que “desde la coordinadora se lleva adelante la lucha por la oficialización”.
En los últimos años abundaron las movilizaciones y las reuniones con distintos funcionarios provinciales para hacerles ver la necesidad de contar con estos espacios educativos, por lo general ubicados en barrios periféricos a los centros de las ciudades y cuyos vecinos ven imposibilitado el acceso a las escuelas para adultos tradicionales.
“Como nosotros ya estamos funcionando, el Estado nos ofreció, en vez de hacer una resolución de creación, una resolución de puesta en funcionamiento. En 15 días estaría saliendo eso, que es algo similar a lo que ocurre con los jardines comunitarios”, expresó Francia.
Entre las particularidades de esta propuesta, una que influye directamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje tiene que ver con la decisión de establecer “parejas docentes”, con el propósito de lograr un trabajo más personalizado. “Desde nuestra experiencia trabajamos con parejas pedagógicas, algo que no es reconocido por el Estado. Es una de las reivindicaciones que quedan, junto con las becas de los estudiantes”, agregó la joven.
Con el mismo sentido solidario que guió el reclamo que permitió la oficialización de la escuela lujanense, el Bachillerato Carlos Fuentealba continuará trabajando dentro de la coordinadora para acompañar el reconocimiento de otras escuelas similares diseminadas en el territorio bonaerense.
“Los bachilleratos estamos en distintas instancias. Un grupo integramos aquellos que firmamos el convenio. Por otra parte hay bachilleratos más nuevos que presentaron todos los papeles y el gobierno les prometió firmar el convenio a principios de noviembre. Ahora, por cuestiones burocráticas, esto se daría recién a fines de noviembre. A su vez hay otro grupo que está por presentar los papeles, y se avanzaría en la oficialización en diciembre. Desde la coordinadora se está evaluando cómo continuar”, explicó la profesora Deborah Miranda.
Las docentes destacaron las gestiones realizadas por la inspectora de Adultos, Rosana Dovigo; y la jefa distrital, Cristina Protolongo.
“Como bachillerato tenemos la perspectiva de poder empezar a dialogar con otros actores de la educación. Creemos que sería muy importante generar espacios de debate sobre la educación pública y las distintas experiencias que existen en cuanto a la educación pública no estatal, que es como definimos a nuestro bachillerato”, sintetizaron.