Los primeros tres puntos del Lujanero llegaron desde La Matanza

Viernes//En un partido electrizante, el equipo de Delrío sumó la primera victoria del campeonato. Fue 3 a 2 frente a Laferrere. Los goles del Lujanero los convirtieron Gorosito, Lema y Fede Díaz, la figura del encuentro. Ahora se viene San Telmo en el Municipal.

El encuentro arrancó encendido a pesar de la gélida noche. Laferrere, con sobrados argumentos ofensivos, no necesitó calentar demasiado los motores para presionar a su rival y generar los primeros lamentos de su gente, que acompañó a su equipo con una multitud. Controlando el balón y apoyándose en la "Vieja" Moreno, en los primeros minutos Lafe mereció sacar ventaja.
Sin embargo, el Lujanero no estaba dispuesto a resignar su poder ofensivo. Retrasado, aunque no aferrado al travesaño, los volantes salían rápido y evidenciaban las grietas del Villero. Lafe sufría innecesariamente su generosidad ofensiva porque terminaba defendiendo casi temerariamente. Frazada corta le llaman algunos. Desequilibrios tácticos le dicen otros. Lo cierto es que Lafe atacaba muy bien pero se protegía bastante mal. En una contra, luego del segundo córner del local, Gorosito quedó mano a mano con Monasterio pero por centímetros le levantaron la banderita del off side. No tardó nada en llegar la revancha. Esta vez Luján no perdonó; no, no. La jugada se inició con un pase cortado de Fede Díaz para Lema; pero el delantero sabiéndose en posición adelantada decidió no participar de la jugada y Gorosito, inteligentemente, viniendo desde atrás, aprovechó el adelantamiento defensivo del Lafe. De cara al arquero, con la parte interna de su pie derecho, cruzó el balón para abrir el marcador.
Iban apenas 5 minutos y en La Matanza ya había sucedido de todo. El partido no se tomó descanso. A los 14, Roncoroni, quien ya venía trabajando bastante, empezó a ratificar que es uno de los mejores arqueros de la división. Iglesias quedó mano a mano con el arquero y la pelota terminó en el córner luego de la clásica "mano de Dios" del 1 lujanense. Lafe presionaba pero seguía exponiéndose defensivamente. Así fue como llegó el segundo gol del Lujanero, esta vez de la mano del "Chavo" Lema: después de un disparo de Peralta, el arquero local Monasterio dejó un rebote corto y el goleador no perdonó. 2 a 0 en apenas 18 minutos de juego. Nada de descanso ni treguas. La diferencia duró lo que un suspiro. Un minuto después, un centro milimétrico de la "Vieja" Moreno y un cabezazo perfecto de Nieva volvió a encender a la gente de Laferrere. El local volvió a sentir a tiro un partido que a esa altura ya era demasiado chivo.
En el segundo tiempo poco cambió la película. Es más, los matices se acentuaron y los roles quedaron claramente definidos. En un partido abierto, de golpe tras golpe, el local iba herido y orgulloso; el visitante, en cambio, esperaba frotándose las manos los contragolpes fulminantes que le dieran el golpe de gracia. Con una gran actuación de Fede Díaz el Lujanero era pura verticalidad. Es que el rival no dejaba otras opciones. Luján aceleraba en cada contra pero fracasaba en la definición. Y Lafe seguía vivo, que con el pasar de los minutos se transformó en incontenible. Un disparo de Gorosito reventó el palo, recorrió la línea y le quedó a Fede Díaz. Pero el veterano Monasterio alcanzó a taparla con su pie. Lafe seguía vivo. También lo tuvo Trotta cuando Nieva le tapó el grito de gol con su cabeza a centímetros de la línea del arco. Lafe seguía vivo. Con desesperación, el Villero redobló su despliegue para equilibrar el partido. A veces con claridad pero topándose con un gran trabajo táctico del Lujanero, el local fue sumando ansiedad con los minutos. La más clara para el local llegó recién cerca de los 20: Sanabria la peinó y Sebastián Pérez, sin marca y frente a todo el arco a su disposición, desvió su disparo. Más tarde Sebastián Pérez cabeceó solito y Roncoroni la mandó al corner.
Pero el guante de la Vieja Moreno depositó el balón nuevamente en la infalible cabeza de Nieva que puso las cosas 2 a 2. Iban 41 minutos del segundo y el empate parecía ser definitivo. Sin embargo, la noche de Matanza tenía destinada un grito más. Y no justamente para el público que se bancó uno de esos fríos que te "rajan" la piel. Lafe, lanzado en la búsqueda de un triunfo heroico se terminó quedando sin nada por quererlo todo. Suele pasar, aunque no sea justo. Luego de otro córner a favor de Lafe, a los 45 minutos, tres jugadores del Lujanero enfrentaron a un Monasterio asombrado por su soledad. Finalmente, la figura del Lujanero (y probablemente del partido), Fede Díaz, definió con el arco vacío. Delirio Lujanero.
Merecido delirio y premio para un equipo que castigó las falencias defensivas de su rival. Merecido triunfo para un Lujanero que anunció estar bien vivo. Ahora se viene, el martes, en el Municipal, San Telmo. Linda ocasión para repetir.