La diferencia, paso a paso

En Magic Auto Wash tienen otro concepto de lo que significa el lavado de auto y parte de una premisa: el novedoso sistema, diferente a todo lo conocido en Luján.

Lavar el auto puede ser una actividad lúdica o convertirse en una tarea engorrosa. Todo depende del prisma con que se lo mire. En Magic Auto Wash tienen otro concepto de lo que significa el lavado de auto y parte de una premisa: el novedoso sistema, diferente a todo lo conocido en Luján.
"Este lavadero se transformó el algo familiar donde al auto lo lavan los padres junto con los hijos. Es un entretenimiento. En realidad, es una actividad lúdica. En Europa o Estados Unidos es algo normal porque la gente se distrae, es un momento de distracción", cuenta Carlos Galanes, franquiciante.
Basado en esa filosofía, el autolavado por fichas que propone Magic Car Wash desarrolló toda una ingeniería que puede dividirse en dos niveles. Uno, lo que sucede en superficie para alcanzar casi la perfección en el lavado del auto; y otro que transcurre subterráneamente pero cuya importancia hace que el lavadero se ubique en la vanguardia de su sector.
El primer paso es el Prelavado donde el agua moja el vehículo y cae por una rejilla hacia una fosa pero en lugar de ir directamente hacia la calle, se inicia un proceso de reciclado en que se separa el barro del líquido residual. La Cámara de Barro tiene un decantador que separa el barro propiamente dicho de los restos de lubricante que arrastra el lavado. Por su lado, el agua luego de un primer filtrado es conducida por un sistema de tuberías hacia una zona de piletas y cisternas.
El Lavado es la segunda etapa y consiste en lavar la carrocería con agua caliente y con un champú formulado para remover las partículas de grasa que se adhieren al vehículo. El tercer paso es el Cepillado y se utiliza un cepillo de cerdas de pita importado que, contra todo preconcepto, no causa rayas ni daña el auto. El cuarto paso es el Encerado donde entra a jugar un producto biodegradable de origen alemán que, mezclado con agua, lo prepara para el brillo buscado. Es la antesala del último paso -"el más importante", afirma Galanes- que es el Enjuague donde entra a jugar otra de las claves que distinguen a Magic Auto Wash. El paso final se hace con agua osmótica: agua desmineralizada procedente del filtrado y tratamiento a partir de la recuperación efectuada en el primer paso. 
El corazón de Magic Auto Wash está en la planta de osmosis con capacidad para lavar 10 mil autos y compuesta por bombas de alta presión que hacen un ahorro comparativo notorio. Cuando en un lavadero artesanal utilizan 400 a 500 litros por lavado, en Magic Auto Wash se utilizan 80 litros. "Con el 20 por ciento del consumo hogareño, acá se lava un auto", dice Galanes.
Pero hay más. En la zona de piletas y cisternas, el agua que llega del sector de lavado se somete a un tratamiento de coagulado y floculado que ayuda a juntar los sedimentos y transformarlos en partículas más grandes. El agua, en tanto, se filtra en otra cisterna mientras que los sedimentos se decantan por separados. "En estos momentos estamos trabajando con el INTA porque la idea final es lograr tener una eficiencia óptima", sostuvo el responsable del local ubicado en San Martín y Constitución.