Debido a los reiterados robos, cerraron la Capilla del Hospital

Martes//La decisión la tomaron las Auxiliares Voluntarias, cansadas de reponer lámparas de luz que eran robadas de manera frecuente. Ya habían sustraído parte del pesebre y hasta intentaron llevarse la corona de la Virgen.

Aunque el cartel indica que "permanecerá cerrada hasta nuevo aviso", en rigor no hay una fecha cierta de que vuelva a abrir sus puertas. Más bien, reina la incertidumbre ante una realidad impensada hasta no hace muchos años. Con más de un siglo de existencia, la Capilla dedicada a San Francisco de Paula que está en el Hospital Municipal desde el 1° de enero de 1913 dejó de ser un lugar dedicado a la oración por el enfermo que está internado o el recinto que algunos vecinos elegían para asistir a la misa que se celebraba todos los sábado a la tarde. Desde hace unas semanas, el templo fue cerrado debido a los reiterados robos que venía siendo objeto.
Por más que cueste creerlo, sólo basta con pararse en la puerta y leer: "Debido a los robos reiterados que ha sufrido la Capilla, ésta permanecerá cerrada hasta nuevo aviso". En consecuencia, la misa de los sábados a las 18 se trasladó a la Parroquia Sagrado Corazón.
La decisión de cerrar la Capilla pasó prácticamente inadvertida por la mayoría de quienes van al Hospital Municipal. Desde el personal médico hasta muchos de los trabajadores municipales, apenas se dieron cuenta. Otros directamente no tenían conocimiento del cierre. Pero al enterarse el motivo, casi a nadie le llamó la atención. "Acá se roban de todo", dijo una médica a un cronista de EL CIVISMO.
Ese "de todo" son bicicletas y motos hasta almohadas y televisores de las habitaciones. Pero el colmo quizás es lo que ocurría en la Capilla, donde se robaron unas 14 lámparas de bajo consumo en las semanas que antecedieron el cierre.
No fue lo único. También se fueron llevando las piezas que componían un pesebre confeccionado y donado por una auxiliar voluntaria, y hasta intentaron sustraer la corona que tiene la imagen de la Virgen cuyo valor es nulo ya que está hecha en un metal dorado que de oro no tiene un gramo.
"La Capilla depende del Sagrado Corazón y está a cargo de las Voluntarias. Nos encargábamos de la limpieza y la preparábamos para el día de la misa mientras una señora de Cáritas se ocupaba de cambiarle el agua a las flores. El tema del robo de lamparitas es constante pero, dicho por alguien de acá, los que se las roban son del Hospital. Ante eso, optamos por cerrarla. Hablamos con el director, con el cura y la cerramos. Se abrirá sólo el sábado cuando haya misa o el cuarto jueves de cada mes cuando tenemos reunión porque no se puede estar continuamente reparando lámparas. En Navidad, una señora trajo un pesebre que era hermoso, con figuras grandísimas, pero se las fueron llevando de a una. Cuando se quiso acordar, tenía la mitad del pesebre y ya no se pudo volver a armar", contó Cristina Cortez, presidenta de la Voluntarias del Hospital.
La Capilla solía abrirse por la mañana y se cerraba a última hora de la tarde. "En verano la gente la usaba para dormir porque es fresquita y en invierno, pese a que es fría, la gente se metía igual", agregó.
Sin embargo, los robos no son una novedad. "Esto viene de hace años pero ahora se agudizó. Es mucho más notorio. El tema de las lamparitas es de terror. Quisieron llevarse la corona de la Virgen que es una donación y es de un metal dorado que ni siquiera es de bronce. Hay mucha maldad porque no es por el hecho sólo de robar, sino por la maldad que hacen. Es algo tremendo", dijo Cortez.
"El Hospital por la noche es tierra de nadie. Esto lo hablé con el director. Hay dos personas de seguridad y gente de la calle que duerme en los pasillos. Hay profesionales que dicen que a la noche debería cerrarse el Hospital como pasa en otras ciudades y que sólo queden los médicos. Pero acá está todo abierto y el personal de seguridad muchas veces no cumple con sus funciones: En lugar de estar vigilando, están hablando con la gente en la puerta. Hay cosas que suceden que la gente ni se entera. Nosotros somos ojos y oídos en el Hospital, nos enteramos de todo y sin preguntar. Como están las cosas no creo que se pueda revertir esta situación", expresó en diálogo con este medio.