“Estos barrios le quitan espacio al río para que retenga las crecidas”

Viernes//A los problemas existentes, en Pilar denuncian el avance de un nuevo barrio cerrado que ocupará unas 300 hectáreas en zonas de humedales. Marina Lemos, integrante de la Asociación Patrimonio Natural de Pilar, indicó que las obras comenzaron sin contar con habilitaciones.

El avance del negocio inmobiliario a gran escala sobre los humedales del río Luján no es un dato nuevo. Varias organizaciones denuncian desde hace años un fenómeno que parece encontrar buena recepción en las autoridades estatales. Mientras por estos días se publicitan trabajos de limpieza para quitar de los márgenes la plaga del acacio negro, río abajo continúa el avasallamiento privado sobre sectores naturalmente destinados a menguar los efectos de las inundaciones, además de constituir importantes reservorios de flora y fauna.
En Pilar, varias organizaciones intentan frenar un nuevo desarrollo inmobiliario que abarcará unas 300 hectáreas. Se trata del barrio privado Verazul, del fondo de inversión Hope Funds, publicitado con varias lagunas internas y el aprovechamiento del río, que en la práctica significa su privatización en una extensión de seis kilómetros.
Según los cuestionamientos vecinales, el emprendimiento inició las obras sin contar con las habilitaciones correspondientes. Marina Lemos, integrante de la Asociación Patrimonio Natural de Pilar, contó a este medio los pormenores de un caso que se asemeja a lo ocurrido con San Sebastián, una mega urbanización cuya construcción ya consolidada es señalada como responsable de agravar las situaciones de inundaciones.
- ¿Cuál es la historia de este desarrollo inmobiliario?
- El desarrollo empezó hace dos años. Están trabajando sin tener ningún tipo de autorización y están vendiendo los terrenos. Teóricamente tienen una clausura de la Municipalidad que estarían incumpliendo.
- ¿Qué obras realizaron hasta el momento?
- Se hizo un terraplén, con hormigón, cascote y varios metros de tosca. Lo que está generando es anular los servicios de una zona de bañados que retenía agua y alimentaba a las napas. En esta zona nos proveemos de agua de las napas, y esa agua es posible porque se infiltra en distintos lugares. Esa zona sirve como recarga para las napas, y eso se está anulando. El perjuicio es bastante grande. Además el barrio está pegado a la Reserva Natural de Pilar, con lo cual la obra tiene un alto impacto sobre la flora y la fauna de la reserva.
- ¿Se proyecta algo similar a lo que ya ocurre con el barrio privado San Sebastián?
- Es el mismo estilo de barrio. Está asentado sobre el valle de inundación del río. Es decir, estos barrios le están quitando espacio al río para que retenga las crecidas. Por eso tenemos, desde hace un par de años, estos eventos de inundaciones que se dan con una mayor altura y con un mayor tiempo de permanencia del agua. A las mil hectáreas que ya tiene San Sebastián, se estarían sumando estas 300 hectáreas de Verazul, que están ocupando el valle de inundación del río.
- ¿Qué es lo que ocurre con la audiencia convocada por la Municipalidad de Pilar?
- Hay una audiencia para el 1 de septiembre. Varias personas fueron a la división municipal que convoca y encontraron que no están los expedientes. Ahora parece que la audiencia está suspendida, pero tampoco está la comunicación fehaciente. Estamos movilizados para saber efectivamente lo que está pasando. Nosotros decimos que la audiencia es totalmente ilegal porque el emprendimiento ya está avanzando y la destrucción del humedal ya es un hecho. Las convocatorias de audiencias deben hacerse antes de que los emprendimientos comiencen a funcionar.
Estas audiencias deben servir para que la comunidad se exprese acerca de cómo ven los emprendimientos. Para eso tienen que estar los expedientes con los impactos ambientales y deben convocarse antes de que se inicien las obras.
- ¿Esta forma de proceder es recurrente?
- Lamentablemente es un modelo que se replica desde hace 20 años, cuando arrancó en Tigre, siguió en Escobar y ahora nos toca a nosotros en Pilar. Esta situación agrava terriblemente el tema ambiental vinculado a las inundaciones y también social, por la cantidad de gente que queda expuesta al riesgo de inundaciones. Creemos que no se tiene en cuenta el efecto acumulativo, es decir, qué pasa cuando se suman todos estos barrios, con un riesgo cada vez mayor. Solamente en el valle bajo del río tenemos 7 mil hectáreas ocupadas, y a eso hay que sumarle las construcciones entre las rutas 8 y 7, que también involucran a Luján. Estamos en un problema muy grave en la cuenca, con una declaración de emergencia hídrica. Por eso creemos que toda obra que impacte en el humedal debe ser suspendida hasta tanto pasemos la emergencia. La situación nos parece de una irresponsabilidad muy grande.
- ¿Qué roles están cumpliendo las instancias provinciales y municipales correspondientes?
- Hay responsabilidades de las dos instancias, tanto municipal como provincial, porque la maraña de autorizaciones es gigantesca, con puntos comunes y zonas grises. Creo que la cuestión es mirar efectivamente la emergencia, aunar criterios y sumar esfuerzos. Ayer caminamos una parte del barrio Río Luján, acá en Pilar, y los vecinos nos decían que en el año tuvieron cinco eventos de inundaciones. Me parece que no se pueden favorecer estos emprendimientos que benefician a muy poquitas personas en detrimento de miles de personas que sufren el tema del agua.
- ¿Qué posibilidades existen de revertir estas situaciones?  
- En cuanto a lo ambiental, la naturaleza es sabia y pueden llegar a plantearse alternativas para restaurar ciertas cosas. Social y legalmente estamos haciendo todo el esfuerzo que podemos para poder revertir esta situación. Obviamente no es fácil porque la problemática se vincula a la especulación inmobiliaria. Estamos uniéndonos con otras instituciones y buscando el asesoramiento posible para poder cuidar a toda la comunidad.