Consejos para ir al supermercado con tus hijos

Hacer la compra semanal o mensual con nuestros hijos puede convertirse en un momento muy estresante para ti, mamá.

Vamos a ver cinco consejos para que esta parte de la tendencia de la familia vaya de la mejor manera posible.
Ve al supermercado por la mañana: los supermercados tienen muchos menos clientes durante las mañanas. Te sugiero incluso intentar ir nada más abrir la tienda. En esas horas se respira otro ambiente en los supermercados que de por sí son lugares estresantes y demasiado estimulantes para los niños. Además la cantidad de gente que encontrarás en las cajas de pago será muy pequeña y eso con niños es importantísimo.
Lleva la lista de la compra: si cuando vamos con niños esta es la principal recomendación que se nos puede hacer, en caso de ir con ellos, es imprescindible. Va a facilitar que vayas directa adonde necesitas o que al menos no tengas que deambular y atravesar el supermercado por no haber organizado lo que querías comprar.
Siéntales en el carro del supermercado: si tu hijo todavía usa cochecito es posible que queramos hacer la compra con él, pero cuando vaya creciendo va a ser difícil que aguanten el tiempo suficiente de nuestra compra. Puedes coger el carro del supermercado y meter a tu hijo dentro de él si no superan los tres años, pues después ya van a ser demasiado mayores para ir de pie dentro o para caber en el asiento que suelen tener estos carros.
Llévale en una mochila: esta es una manera muy práctica de hacer la compra. Llevar a tu hijo en la espalda, te permite tener las manos libres para coger todo lo que necesitas y a la vez estará entretenido observando todo. De esta manera el niño, además, se incorpora a nuestras tareas sin tener que dejarlo aparte o sentado en el cochecito. Si tienes dos niños te sugiero también llevar a uno en la mochila y a otro sentado en el asiento del carro y cambiarlos en algún momento para que ambos estén en contacto contigo y con otra perspectiva.
Compra algo de comer que le guste mucho: tenemos que ser prácticas en esta situación. Busca algo sano que ellos puedan comer y que les hará estar entretenidos durante un rato. Tú como mamá sabes que el tiempo para nosotras se dobla y somos capaces de hacer muchísimas cosas en un tiempo muy corto. Es posible que al cabo de un rato tengas que darles otra cosa. Por eso te digo que sea algo sano. No lo dudes, dáselo. La ocasión lo merece.
Ponte un tiempo máximo: no intentes forzar la máquina. Aunque el supermercado esté tranquilo y tu hijo parezca que lo está llevando bien, pasado un tiempo ten por seguro que la situación va a empezar a complicarse: bien por la sobreestimulación, bien porque empiecen a exigir que les compremos cosas que les gusten o quizás porque ya están empezando a pelearse, lo mejor es ser realistas y no extender el tiempo que estaremos allí.
No vayas con prisas: las prisas no son buenas en ninguna situación, pero cuando hay niños involucrados, debemos controlar mucho la situación. Los niños son nuestro espejo, nuestra sombra y cualquier estado que nos altere va a afectarles y multiplicarse. No pueden entender el ritmo al que nosotras vamos y luchar contra eso es darse contra una piedra, porque simplemente no están preparados para entenderlo.

Fuente: Eva Maria Bernal