Hace 13 días se había fugado otro preso

La fuga ocurrida esta noche en la Comisaría Luján Primera no es la primera. El 29 de septiembre pasado, aprovechando un descuido, la negligencia o complicidad del poco personal policial que quedó en la Comisaría, un joven delincuente que estaba detenido desde hacía tres semanas logró escaparse. El hecho, nunca fue confirmado oficialmente por las autoridades policiales, aunque el prófugo todavía sigue en esa condición.
Lo poco que se sabe es que el detenido habría conseguido fugarse durante el horario de visita. En tanto, el titular de la seccional, subcomisario Gastón López, debió viajar a Mercedes donde mantuvo una reunión en la Departamental de Policía en la que se trató el episodio acontecido.
El delincuente evadido se llama Santiago Pastrana y había sido aprehendido el 9 de septiembre en un hotel alojamiento del barrio San Jorge, ubicado en calles El Trébol y Flor de Ceibo.
Pastrana se encontraba junto a una mujer identificada como Cecilia Bolaro y eran buscados por estar relacionados con el robo de unos 200 teléfonos celulares, hecho presuntamente perpetrado por otro sujeto de apellido Martínez y allegado a la pareja.
Al momento de la aprehensión, la pareja tenía una importante cantidad de teléfonos celulares que habían sido robados días antes de la firma Celulares ML, de barrio Zapiola. Al parecer, andaba vendiendo por la zona los aparatos a un precio muy inferior.
Con el correr de las semanas, Bolaro recuperó la libertad. No así Pastrana, quien fue alojado en la seccional, acusado por el delito de "robo".
A partir de la fuga de Pastrana, el personal policial quedó en el ojo de la tormenta. Situaciones de este tipo eran previsibles desde el momento mismo en que fue creado el Comando de Prevención Comunitaria que dejó a las comisarías prácticamente desiertas de efectivos policiales.
Con una mínima dotación de policías, las posibilidades de fuga o motines se vieron incrementadas a tal punto que a los pocos días de la puesta en marcha del CPC las autoridades policiales debieron negar rumores acerca de una fuga masiva de presos que se había echado a correr en las redes sociales.
No obstante, en la breve gestión del subcomisario Víctor Monje en Luján Primera, el entonces jefe policial admitió haber analizado la posibilidad de mantener cerrada la Comisaría durante la noche.
Si bien esta idea no llegó a hacerse efectiva al menos tomó la decisión de cerrar el portón que da a calle Las Heras y es utilizado durante el día como playa de estacionamiento de vehículos particulares del personal policial como así también autos secuestrados y para la Verificación Policial.
Mientras tanto, la noticia de la fuga –al menos hasta la publicación de esta nota- no había sido confirmada ni desmentida. El silencio policial obedecería a varias razones. Una, por la gravedad que tiene este tipo de episodios; otra, porque presuntamente la Policía estaría abocada a la recaptura del evadido Pastrana y teme que al tomar estado público el hecho el delincuente logre salir de la ciudad.

VULNERABLE
Sin llegar a ser el Penal de Máxima Seguridad de Sierra Chica ni la Cárcel de Alcatraz, Santiago Pastrana se convirtió desde el lunes en el primer preso que logra fugarse de la Comisaría Luján Primera, al menos que se sepa, en los últimos 20 años.
Hubo, en cambio, dos intentos de fuga –uno en diciembre de 2004 y otro en abril de 2010-, seis motines desde 2001, denuncias por sobrepoblación de presos, hacinamiento y hasta un boquete fue descubierto a tiempo en una requisa.
Donde hubo fuga de presos fue en Comisaría Luján Segunda. En octubre de 2010, lograron escaparse dos detenidos aprovechando que la seccional había quedado desguarnecida al estar ocupados los efectivos controlando la peregrinación a pie juvenil. Como en las películas, los presos salieron de las celdas tras limar los barrotes.