Dismorfia Corporal: ¿por qué te ves diferente?

Se trata de una creencia distorsionada que el sujeto tiene sobre su imagen corporal, en donde el foco atencional esta puesto en un defecto inexistente o que casi no se percibe frente a la vista de los demás, pero que le provoca un estado de perturbación, producto de su preocupación excesiva.

El comienzo de esta enfermedad se estima que puede ser la adolescencia, entre los 13 y los 14 años, y se presenta más en mujeres que en varones.
Los factores que intervienen o pueden influir en la aparición de la Dismorfia Corporal son: vivencias infantiles traumáticas; historia de abuso sexual; sistema de creencias y pensamientos distorsionados; autoexigencia elevada; fuerte tendencia a la obsesión.

¿Qué características presentan estos pacientes?
Algunas de ellas son inestabilidad emocional; baja autoestima; preocupación excesiva por alguna parte de su cuerpo; imágenes, ideas o  pensamientos que mortifican al sujeto y que no se puede sacar de encima, en relación a un defecto de su cuerpo; ideas sobrevaloradas con la imagen corporal.
Muchas investigaciones plantean que esta problemática está relacionada con el trastorno obsesivo compulsivo,  producto de los síntomas y similitudes que se comparten, como por ejemplo: ideas obsesivas o intrusas que el sujeto no logra eliminar; actos compulsivos para calmar la ansiedad que provocan los pensamientos obsesivos; perfeccionismo; pensamientos de duda; ideas mágicas.

¿Qué consecuencias provoca este trastorno?
La Dismorfia corporal puede generar diferentes problemas, afectando distintas áreas en el funcionamiento del sujeto como: abandono o pérdida laboral, producto de la cantidad de tiempo que el sujeto pasa pendiente de su cuerpo; no querer salir de la casa; preocupación continúa por su imagen corporal; depresión; trastornos de ansiedad; alteración en la calidad de vida.

Tratamiento:
La Terapia Cognitiva Conductual utiliza técnicas que han demostrado ser muy efectivas en el abordaje de la Dismorfia Corporal.  Algunas de ellas son:
- Psicoeducación: brinda información al paciente sobre cómo funciona el Trastorno que lo afecta, para reducir la ansiedad.
- Reestructuración Cognitiva: trabaja con los pensamientos distorsionados sobre la imagen del cuerpo.
- Exposición: enfrentar aquellas situaciones que le generan temor a la persona, como por ejemplo salir a la calle; poder mirarse en el espejo; etc.
- Prevención de la Respuesta: se trata que el sujeto aprenda aguantar el estado de ansiedad, para no realizar el acto obsesivo.

Fuente: Psicólogo  Santiago Gómez-Director de Decidir Vivir Mejor