Festejos por el 91º aniversario del Museo Enrique Udaondo

El sábado pasado hubo celebración con una propuesta orientada a darle más vida al espacio. Se abrieron las puertas de toda la institución para que fuera recorrida en un clima de distensión que no se suele asociar a la Historia.

El Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo, dependiente del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, celebró su 91º aniversario con una noche especial. Esta jornada de actividades culturales, con entrada libre y gratuita, se llevó a cabo el sábado pasado por la tarde, a partir de las 18, en el Cabildo del Museo, sitio fundacional del mismo. Intervinieron personas de variados lugares y edades, con lo cual, el evento fue un motivo de encuentro y una posibilidad real para acercar, una vez más, la institución a la gente. La propuesta incluyó distintas actividades.
A las 18, en el Patio Casa del Virrey, tocaron los integrantes del Taller de Cuerdas de la UNLu. Primero, el Ensamble de Violoncellos Riccio, coordinado y dirigido por Sergio Martínez Reyes. Realizaron covers de canciones populares, pasando por Metallica hasta Gardel. Después, actuó la Orquesta de Cámara de la Universidad, con la dirección a cargo de Xoana Espil. Sus alumnos, meses atrás, en el marco de las actividades de extensión académica, en el mismo lugar, habían dado su primer concierto. El sábado encararon la ambiciosa tarea de interpretar una cantata de Vivaldi, otra de Bach, un minué de Mozart, un aria de Haendel y una pieza de El lago de los cisnes, de Tchaikovski. El patio estuvo enmarcado por los alumnos del Modelo de la ONU, en actitud ceremonial.
A las 19, Javier Palomeque inauguró un acto en el que participaron estudiantes de distintos puntos cardinales de la Provincia, en el Patio de Honor. Concretamente, se trató de un saludo protocolar de las distintas delegaciones del Modelo de la ONU. Mediante esta iniciativa, los jóvenes se pusieron en la piel de los ciudadanos del mundo entero. Asimismo, habló el Director del Museo quien, parafraseando a Udaondo, dijo que "visitar el Museo es un deber nacional".
A las 21, tras la exhibición de relatos e imágenes de los primeros tiempos del Complejo Museográfico, Adrián Melo presentó una muestra fotográfica, Tesoros del Udaondo, resultado de la labor efectuada durante mucho tiempo. Consiste en un relevamiento de detalles singulares, más o menos ocultos, del patrimonio historiográfico de la Institución. Hay, por ejemplo, fotos de daguerrotipos. Se realizó en el Salón Cultural y continuará disponible para ser visitada en los días venideros. Mientras recorrieron la exposición, los espectadores disfrutaron de un vino de cortesía. Así llegó la noche, en un clima de amena cortesía, con charlas e intercambios de opiniones.
A las 22, en el Área 1 del Patio de Honor, en torno a la estatua en homenaje a Enrique Udaondo y bajo la tutela de su figura, actuó el Ensamble de Instrumentos Autóctonos, taller de la UNLu dirigido por Mario Tierno. Los músicos hicieron una entrada triunfal, a la manera típica de las peregrinaciones humahuaqueñas, como si fueran bajando del monte. Entraron por un costado y se posicionaron frente a la estatua mencionada. Tierno habló sobre las particularidades de algunos de los instrumentos propios del noroeste argentino y, luego de tocar junto a sus alumnos, se despidió como llegó.
Más tarde se recitaron textos sobre la Patria, mientras se preparaba el cierre de la noche, a cargo de Namuncurá. Esta banda de San Fernando nació en el año 2004. Se caracteriza por la versatilidad y variedad instrumental y por la colorida imagen personal. Meses atrás dio un recital en el mismo lugar. Ahora ofreció canciones basadas en la música regional, fusionada con acordes característicos del rock. Tocaron varios temas, con un público ampliamente satisfecho.
Hubo servicio de comida a beneficio de la Asociación Civil De La Nada. La actitud beneficiaria estuvo en consonancia con los ideales de los Amigos del Museo y con lo que fue este encuentro: un pretexto, desinteresado, para favorecer la cultura y los intercambios con la comunidad. De hecho, Jimena Carril, una de las organizadoras, le contó a EL CIVISMO que "el objetivo de estas actividades es darle vida al espacio, que la gente se acerque y favorecer el ida y vuelta con la gente". Efectivamente, así fue.