Variaciones formales sobre la realidad

Domingo//Dos artistas plásticos inauguraron muestras en el Museo Fernán Félix de Amador. Otros paisajes, la serie de Miguel Gil, cuenta con treinta y un dibujos, además de obras ejecutadas con otras técnicas. Figuras, la exposición de Marcelo Evangelista, cuenta con varias pinturas realizadas con acrílico sobre tela.

Se inauguraron dos muestras en el Museo Municipal de Bellas Artes: una de Miguel Gil, otra de Marcelo Evangelista. Se trata de dibujos en un caso y de pinturas, en el otro. Estarán en exhibición desde el 11 de octubre hasta el 2 de noviembre.

OTROS PAISAJES
Así se titula la serie de trabajos de Miguel Gil. Son treinta y un dibujos (lápiz sobre papel), nueve acuarelas y una pintura al óleo.
Por un lado, las obras expuestas son coherentes como conjunto. Por otro lado, cada obra es coherente de manera individual. Esto último significa que las piezas tienen consistencia expresiva, es decir, es armónica la relación entre la forma y el contenido.
El artista deja de manifiesto su dominio de la totalidad espacial. Ofrece paisajes sólidos y dinámicos, con equilibrio de curvas y de rectas, de blancos y de tensiones. En este sentido, es llamativa la profundidad visual lograda.
Interpelado por un espectador, Miguel Gil dijo que concibe sus cuadros como espacios para ser recorridos. En efecto, este mismo espectador admitió, consternado, que "lleva tiempo recorrer cada uno", refiriéndose a los dibujos del artista.
Estos trabajos tienen un matiz onírico en la textura o, al menos, revelan cierto extrañamiento. Las formas remiten al mundo tal como se lo conoce, pero tergiversado. Aunque más que mundos, son micromundos, como las imágenes de superficies orgánicas vistas con microscopio.
"A veces el papel me revela cosas que trae ocultas", comentó el dibujante. Y agregó: "yo las hago visibles y dejo que el espectador realice su interpretación".

FIGURAS
Este es el nombre de la exposición de Marcelo Evangelista. Contiene un grupo de cuadros de tamaño mediano, colgadas en la Sala Aimé.
La serie comenzó a gestarse en 1998 y agrupa pinturas que llegan hasta el 2007. Son resultado de la experimentación formal, en busca de la abstracción figurativa, para ganar mayor libertad.
Sobre las obras de esta serie, dijo el artista que le "han permitido explorar la composición del cuadro desde otro lugar: las estructuras, direcciones y tensiones generales del plano, la construcción geométrica, la relación de las formas, textura y color y, por supuesto, el planteo de una paleta de color que va desde los tierra hacia los valores y matices de lo cromático".
Las piezas de esta muestra tienen el acento puesto en la dinámica composicional. Dicho acento se aprecia sobre todo en el juego entre, como ya lo dijo el pintor, planos, direcciones y color.
Con distintos recursos y técnicas, ambos realizadores construyeron una visión singular de la realidad. Ahora cada variación está ahí disponible para ser completada por el espectador.