Brutal “entradera” en una casa del barrio San Bernardo

Lunes//Ocurrió en una vivienda de Andrade al 400. Luego de permanecer en la vivienda por unos 45 minutos, los ladrones se llevaron dinero, ropa, perfumes, bebidas alcohólicas, televisores, un horno microondas, objetos de informática como computadores, celulares, herramientas, equipo de pesca, la lapicera para aplicar insulina, comida y el auto.

Durante la noche del 3 de octubre, personal del CPC y DDI Mercedes encontraron un auto abandonado en Venancio Flores y Pascual Simone. Era un Peugeot 408 perteneciente a Daniel Mariño. Lo que no informó la Policía fue el hecho que había sufrido horas antes el dueño del vehículo. Mariño fue víctima de un violento asalto cometido en la modalidad "entradera" por al menos tres delincuentes.
Esa noche, aproximadamente a las 21.40, Mariño fue sorprendido por un delincuente armado cuando se aprestaba a ingresar en su auto a la vivienda de calle Andrade al 400, entre Guido Spano y Ascasubi, barrio San Bernardo. El ladrón estaba oculto detrás de unos árboles.
Mariño fue apuntado a la cabeza y si bien su instinto primario lo llevó a oponer cierta resistencia, fue rápidamente reducido por el malviviente al que se le sumaron dos cómplices que aparecieron en una moto.
La víctima, al ver que nada podía hacer, pensó que sólo buscaban llevarse el auto pero dos de los delincuentes lo obligaron a entrar a la vivienda mientras un tercero aguardó en la moto frente al domicilio.
Un familiar de Mariño contó que los asaltantes golpearon con el revólver la cabeza de la víctima, le mostraron las balas que tenía cargada el arma como para infundar mayor temor y previo a atarlo en los dedos y en las piernas con precintos, lo encerraron boca abajo en el piso del baño al que cerraron con media vuelta de llave.
Los delincuentes dijeron que "estaban trabajando", exigieron la entrega de dinero y al decir Mariño que trabaja como enfermero, empezaron a pedir psicofármacos. Luego de permanecer en la vivienda por unos 45 minutos, los ladrones se llevaron dinero, ropa, perfumes, bebidas alcohólicas, televisores, un horno microondas, objetos de informática como computadores, celulares, herramientas, equipo de pesca, la lapicera para aplicar insulina, comida y el auto.
Varias horas después, la víctima pudo cortar los precintos con una tijera que encontró en el botiquín, pero no alcanzó a salir del baño hasta la medianoche cuando llegó un familiar a la vivienda. Para entonces, los delincuentes tuvieron tiempo de ocultar lo robado y abandonar el auto en la otra punta de la ciudad.