Robos y tiros en Padre Varela durante las inundaciones

La inseguridad no se tomó un respiro ni cuando le río Luján alcanzó su máxima crecida. En Francia al 2500, delincuentes se mezclaron con voluntarios para robar bienes de los vecinos que debían abandonar sus viviendas ante el avance incontenible de las aguas. "Cuando empecé a sacar las cosas porque empezaba a entrar agua, ingresaba y salía gente de mi casa, y de ellos no desconfío. Yo le hecho la culpa a un adolescente que me robó la billetera, con plata, la tarjeta de débito y los carnets de los chicos", dijo una docente damnificada por la inundaciones y también por la falta de seguridad.
A la vuelta de su casa, a un vecino le robaron el estéreo del auto y un GPS al quedar la vivienda y el vehículo aislados. Asimismo, durante una de las noches de la semana pasada vecinos dijeron que desde el interior del predio recreativo del Sindicato de Peones de Conductores de Taxis se escucharon disparos.
En tal sentido, hay dos versiones. Desde el sindicato indicaron que los tiros fueron a modo de intimidación ante el temor de sufrir un ilícito. En el barrio, algunos vecinos señalaron que los dispararon se produjeron ante la posibilidad que personas afectadas por el ingreso de agua en sus viviendas se dirigieran al predio a derribar un muro al que apuntan como obstáculo que causó el anegamiento de sus casas.
"Los tiros se escucharon como a las 9 de la noche. Supuestamente, era porque se corrió el comentario de que los vecinos iban a tirar el tapial", dijo una vecina de Francia entre Pascual Simone y La Pampa. A su lado, otra mujer comentó que desde el gremio justificaron los disparos al sostener que la reacción obedecía a un presunto intento de robo. "Nada que ver", aseveró la vecina. "Cuando mi marido volvía del lado del arroyo (Gutiérrez) otra vez se escucharon tiros pero fueron al aire", agregó.
Más allá de las versiones encontradas, lo concreto es que en este sector de Padre Varela los muros levantados cerca del río son apuntados como los causantes de que el agua invadiera más rápido y con mayor altura sus viviendas. Esta situación se dio tras el primer desborde. Con la segunda crecida, los efectos negativos se atenuaron ya que parte del muro cedió.

De lo peor
Además de Padre Varela, en otros barrios fueron denunciados hechos similares cometidos por delincuentes que aprovecharon la situación para cometer pillajes. En inmediaciones del Cementerio Municipal y en cercanías del Campo Municipal de Deportes hubo casas donde ocurrieron actos delictivos.