Nuevos robos en el barrio Juan XXIII

Lunes//En las últimas semanas se conocieron dos nuevos hechos que confirman la falta de seguridad en la zona. En ambos episodios, los delincuentes ingresaron ante la ausencia de sus moradores.

Tras los robos difundidos a través de EL CIVISMO en la esquina de Lugones y Santa María, esta semana se conocieron dos nuevos hechos que confirman la falta de seguridad en el barrio Juan XXIII. Ambos ilícitos tuvieron lugar el jueves de la semana pasada.
El primero sucedió en horas de la mañana en calle Repetto 1927, entre Quilmes y Montes Carballo. Alicia Grandoli contó a este medio que los ladrones aprovecharon para entrar a robar cuando no había nadie en la casa.
Para ingresar al interior de la vivienda, forzaron una ventana que hasta entonces carecía de reja. El robo fue descubierto por uno de sus hijos cuando regresó al mediodía de la escuela. De la casa, faltaba una cámara de fotos, un juego de cuchillos y un televisor plasma de 32 pulgadas que la vecina aún debe pagar siete cuotas. "Eso es lo que más me duele porque han buscado plata y no tengo", dijo.  
El botín lo juntaron en una sábana que sustrajeron de la cama. "No había muchas cosas para llevar. El televisor estaba en la cocina y en la habitación la cámara. Revolvieron mucho. Se ve que se tomaron su tiempo porque hasta abrieron un portoncito de atrás que había dejado cerrado", agregó la señora, quien sospecha por comentarios de vecinos que los autores serían sujetos que andan dando vueltas en un carro.
"Hace siete años que vivo en el barrio y nunca me habían robado. Por rumores de vecinos dicen que son cirujas que marcan las casas. A la vuelta, por Montes Carballo le robaron a una chica no hace ni un mes", señaló la señora Grandoli, quien dio aviso a la Policía e hizo la denuncia por lo sucedido.

A POCAS CUADRAS
Horas después, a la tarde, en La Plata 626 hubo un hecho similar. La casa quedó 15 minutos sola y, en ese breve lapso, delincuentes barretearon la puerta principal, entraron y robaron. La perra cachorra de raza rottweiler no pudo impedir la concreción del ilícito.
"Yo me fui a las 16.45 a buscar al colegio a uno de los nenes y mi otro hijo salió de la escuela. Cuando llegó a las 17.05 ya no estaban los ladrones", contó Mariela Gilardoni, vecina damnificada. Además, agregó que los malvivientes aprovecharon para entrar que el pesado portón de hierro había quedado entreabierto.
Los pocos minutos que la vivienda estuvo deshabitada fueron más que suficientes para que los antisociales revolvieran la casa y se llevaran un televisor plasma, computadora, artículos electrónicos y hasta las alcancías con los ahorros en monedas de los hijos. "Es un desastre pero nadie vio nada", expresó la vecina que tiene pensado sacar la ligustrina que hacía de muro protector.
Los ladrones prendieron una luz y hasta abrieron una ventana que da al fondo donde se encontraba otro rottweiler, pero en ese caso un macho adulto que se mostró desesperado por defender la propiedad de sus amos. "Cuando llegué, el perro ladraba y se le caía la baba. Cuando le dejé entrar, olió toda la casa. Estaba desesperado, desencajado porque no pudo hacer nada", señaló.
Al igual que la señora Grandoli, la vecina llamó a la Policía pero al preguntar si iban a venir a tomar huellas digitales, le dijeron que el perito iba a tardar hasta el día siguiente y que en estos casos nunca se encuentra nada. No obstante, personal policial se hizo presente en el domicilio y, al ingresar a la vivienda, constató el delito cometido.
A poco de cumplir dos años en el barrio, es la primera vez que le roban. "Antes la casa daba feo aspecto y nunca me robaron. Ahora, que le puse ladrillo a la vista a la premoldeada, rejas y el portón, habrán pensado que tengo mucha plata. Acá muchos dicen que son los carros de cirujas. El padre de un compañero de uno de mis hijos dijo que pasó a las 16.50 y que había un carro en la esquina con uno que revolvía la basura y otro que haría de campana. Acá han entrado dos o tres por cómo me dejaron las piezas", expresó Mariela Gilardoni que, a pesar de todo, nunca perdió la sonrisa.