Tres crímenes cometidos en mayo que están impunes

Sábado//Dos de los hechos de sangre fueron perpetrados en el interior de viviendas particulares y otro en un negocio. Todos sucedieron en la primera quincena de mayo y los autores de estos asesinatos nunca pudieron ser detenidos. En tanto, esta semana hubo homicidios que se suman a la lista histórica.

Luján cuenta con una lista nada despreciable de asesinatos que quedaron en el olvido, pero lo peor es que si se depura este listado, surge que muchos aún no fueron resueltos y probablemente nunca más puedan ser esclarecidos. El tiempo aleja la posibilidad de llegar a la verdad. En consecuencia: crímenes impunes, asesinos sueltos. Por citar algunos casos, cabe recordar cuatro asesinatos que ocurrieron en los primeros días de mayo.
El jueves 9 de mayo de 2002, un kiosquero recibió un disparo a corta distancia prácticamente a quemarropa que lo mató casi en el acto. Se llamaba Ramón Cajaravilla, de 56 años, y atendía el polirrubro ubicado en calle Alsina al 1800 cuando a la una de la tarde entró un desconocido posiblemente a asaltarlo o, como se barajó en este momento, quizás a saldar una vieja cuenta pendiente. Nadie vio nada. No hubo testigos. Sólo la familia que residía en la planta alta escuchó la detonación que ponía fin a la vida del ex policía al recibir un certero plomo en el tórax con orificio de entrada y salida. La bala quedó en una estantería del negocio tras hacer un recorrido que perforó el corazón y los pulmones de la víctima.
El asesino no tocó nada del kiosco. La hipótesis del robo fue rápidamente descartada. La familia de Cajaravilla, los vecinos y hasta la Policía desorientados. El comerciante había sufrido varios robos y algunos intentos que había logrado repeler a los tiros con un revólver que tenía en el kiosco. Algunas versiones recogidas en el lugar indicaban que en uno de los hechos había conseguido herir a uno de los delincuentes. Sin embargo, nada pudo ser confirmado aún a 13 años de aquel episodio que estremeció al barrio San Cayetano y a la ciudad toda.

LA MUERTE DE UN CIRUJA
La mañana del martes 18 de mayo de 2010, los pocos vecinos que residen en San Roque al 1500 se desayunaron con la morguera de la Policía Científica y un par de patrullas en la puerta de sus casas. Tapado con una sabana, el cuerpo de Enrique Bataglia era trasladado en una camilla rumbo a la morgue. El ciruja que no molestaba a nadie había sido encontrado muerto en el interior de una vivienda ensombrecida por la tupida arboleda que la rodeaba.
Bataglia tenía 60 años y las manos atadas cuando lo halló su hermano no vidente. "El gordo bueno", como le decían en el barrio El Quinto, había sido asesinado en las primeras horas de la madrugada de un certero golpe en la nuca con un objeto contundente. Eso fue lo poco que se sacó en limpio. El móvil posiblemente fue económico ya que la víctima había cobrado unos pesos fruto de la venta de unos kilos de chatarra. El autor o los autores del crimen jamás pudieron ser detenidos.
El caso languideció al poco tiempo. La familia desde un primer momento mantuvo un hermético silencio que ayudó a que los investigadores agotaran esfuerzos en esclarecer el hecho y los medios se quedaron sin letra para mantener en agenda el asunto. La falta de testigos y la impericia para profundizar la pesquisa en torno a las pericias de carácter científico hicieron su parte.

CRIMEN EN EL AMEGHINO
El martes 12 se cumplió un año del crimen de Ricardo Gónzalez, un vecino de barrio Ameghino, cuyo cuerpo fue hallado en el interior de una casa de calle Tucumán al 2600, 48 horas después de haber sido muerto a apuñaladas. Desde un primer momento, hubo un sospechoso al que se lo conoce como "El Loco" Enrique con quien compartía la vivienda con la víctima.
Tras el hecho de sangre, "El Loco" Enrique no fue visto más por el barrio. La Policía dijo que estaba buscándolo pero no puso demasiado empeño por detenerlo. Meses después, un hijo de González sacó a luz el caso al hacer un pedido de Justicia. Aportó algunos datos para dar con el asesino de su padre pero hasta el día de hoy no hubo novedades al respecto.

ESTA SEMANA
En tanto, en los últimos días, otros dos homicidios se sumaron a esta lista. En la localidad de Open Door, un petisero fue asesinado en el haras Puerta Abierta de la familia Uranga. La víctima fue identificada como Alberto Gallardo y por ese crimen está detenido su primo, quien habría confesado.
Mientras que el jueves un joven de entre 18 y 20 años perdió la vida al ser apuñalado en el medio de una pelea en las recovas de la plaza Belgrano. Hay tres menores de edad detenidos por el hecho de sangre.
    
Dos cadáveres, dos misterios
Tampoco nunca más nada se supo respecto a dos cuerpos que fueron hallados en el mes de mayo. El viernes 6 de mayo de 1998, a las 19.30, la Policía era convocada a la Ruta 6 frente a Cartocor porque había un cuerpo en avanzado estado de descomposición. La causa se caratuló "Hallazgo de restos humanos" e intervino el juez Criminal y Correccional, Carlos Gallaso, del Departamento Judicial de Mercedes.
11 años después, el sábado 23 de mayo de 2009, el cadáver de una mujer de unos 65 años apareció flotando en aguas del río Luján a la altura del recreo "El Colonial". Fuentes policiales consultadas en ese momento por EL CIVISMO habían estimado que la causa de la muerte "no estaba vinculada con un delito" sino que podría haberse debido a "asfixia por inmersión" y que en la orilla se habían encontrado objetos personales "prolijamente ordenados". Más allá de estos datos, nunca se conoció la identidad ni la causa de este hecho. Uno más, rodeado de misterio, ocurrido en mayo.