¿Cómo detectar que un hombre es violento?

Generalmente estos hombres se presentan muy celosos y, de a poco, van coartando las libertades de la mujer. El primer problema puede ser la ropa, luego los amigos y, más tarde, los mails, los mensajes de texto y las llamadas recibidas.

Después de observar las marchas del 3 de junio donde miles de hombres y mujeres en todo el país (250.000 personas se reunieron en el Congreso Nacional, mas de 1.000 personas en la Plaza Colón de Luján, y cientos de miles que lo hicieron en otros pueblos y ciudades) gritaron "basta de femicidios", sentí la necesidad de escribir y reflexionar sobre qué sienten tantas mujeres al no poder asumir que el hombre que las acompaña las está maltratando; cuán enganchadas están en esta relación perversa que no pueden ver que sus parejas no son los hombres que prometen ser, sino los que realmente son. A partir de esto, describiré algunas señales que acontecen lentamente en la pareja y no les hace sospechar cual será el final.
Generalmente estos hombres se presentan muy celosos y, de a poco, van coartando las libertades de la mujer. El primer problema puede ser la ropa que te ponés; luego, con quien te juntás; y, más tarde, con quien hablás o quien te escribe, hasta llegar a revisar tus mails, tus mensajes de texto y las llamadas que recibís. A partir de allí, para estos hombres, cualquier signo será una alerta de infidelidad.
Así, el control se vuelve cada vez más asfixiante: el hombre llama a la mujer decenas de veces al día con cualquier excusa, aunque con un solo objetivo: aislar a su pareja, controlarla. De a poco, la mujer deja de ser mujer y se convierte en un objeto de la propiedad del hombre con una única excusa: "Lo hago porque te amo…".
En la siguiente etapa, el control y los celos exagerados del hombre llegan al maltrato psicológico, físico, o ambos.
No es extraño que muchas veces la mujer se cargue la culpa por las agresiones y humillaciones a las que fue sometida. ¿Qué hace, entonces? Lo oculta. Y, cuando ya no puede tapar el cielo con las manos, quizá justifica a su pareja, pensando: "Yo lo provoqué". "Yo también lo agredí". Muchas veces el terror que sienten las mujeres maltratadas es tan grande que, ese miedo y esas amenazas, paralizan e impiden poder actuar y denunciar la situación. Otras creen todas las descalificaciones a las que son sometidas y piensan que se merecen lo que están padeciendo.
Generalmente antes de la agresión física, el hombre ejerce violencia psicológica. Como mujer y psicóloga, espero que les sirva para ayudar a alguien, ayudarse a sí mismas o para estar atentas y pedir ayuda a tiempo. Para que no haya #Niunamenos.

Fuente: Lic. Carla Zocchi-Psicóloga