Un asalto en dos etapas

Martes//Un matrimonio y sus dos hijos fueron atados en sus camas al ser sorprendido por un delincuente que entró a robar. No conforme con la plata que había en la vivienda, el ladrón fue hasta un comercio a buscar más dinero.

En un hecho que se conoció esta semana, una familia sufrió un asalto en su casa perpetrado por, al menos, un delincuente, que insatisfecho por la plata que pudo apoderarse de la vivienda, se trasladó unas 12 cuadras hasta llegar al comercio de la víctima de donde se llevó una fuerte suma de dinero que estaba prevista para pagar deudas.
El particular atraco ocurrió la madrugada del lunes 10 de agosto. Eran las 5 aproximadamente cuando un sujeto ingresó a una casa situada en Dr. Luppi e Independencia, barrio Lanusse, tras barretear una puerta que da a la parte trasera de la propiedad. A esa hora, llovía a cántaros.
El malviviente se dirigió a una de las habitaciones donde descasaba un matrimonio. A punta de arma de fuego, despertó a las víctimas y las ató con precintos. Acto seguido, repitió la escena en otra pieza, donde dormían los hijos de la pareja: un nene de 9 años y una adolescente de 14.
"Estábamos durmiendo y entre las 5 y 5.30 de la madrugada nos despierta un sujeto con un revólver y con la cara tapada, exigiéndonos dinero. Como dinero no tenía en ese momento, salvo unos ahorritos que los tenía en el negocio, se lo ofrecí para que se vaya de mi casa. Obviamente que aceptó la propuesta, le di la llave y se vino al negocio", contó Andrés, el dueño de casa y comerciante damnificado.
En efecto, el delincuente dejó al grupo familiar maniatado en su domicilio y se trasladó hasta la fábrica de pasta de Mitre al 900 donde abrió la puerta, buscó lo que quería y huyó. Eran ya cerca de las 6. El ladrón dejó la puerta abierta del negocio.
Para entonces, Andrés pidió ayuda a un vecino para que lo liberen de las ataduras. Luego, llamó al 911. "La Policía actuó rápidamente en los dos lados y estarán investigando", estimó.
"No hubo actos de violencia ni hacia los chicos ni hacia mi mujer. A mí me pegó un par de golpes para amedrentarme pero nada más. No descarto que hayan más personas en el techo", agregó el comerciante quien destacó el gesto de sus proveedores que al enterarse del mal momento que está atravesado le dieron una mano para poder salir adelante.
"No soy el único en la zona que robaron. Ya hubo varios hechos. Tres meses antes a un primo de mi mujer le pasó lo mismo y lo molieron a palos. Dos días después que me asaltaron, robaron a la vuelta de mi casa. Son bandas que andan y si me vuelve a pasar, te juro que prendo fuego medio Luján", sentenció indignado al tiempo que trata de dejar atrás el episodio y tiene previsto mudarse de domicilio.