Qué es el ácido hialurónico y por qué es bueno

Es la estrella de muchos productos antiage porque además de dejar la piel tersa, el ácido hialurónico es un potente hidratante y un gran activador del colágeno. Conocé todos sus beneficios.

Flexibilidad, firmeza e hidratación son los tres beneficios que esta sustancia tan en boga le brinda a la piel de forma inmediata. Pero ¿qué es el ácido hialurónico? Se trata de una molécula denominada polisacárido (azúcar), producida naturalmente por el organismo, cuya función principal es la de retener agua y mejorar la hidratación, produciendo la estimulación de la síntesis de colágeno y la reparación de los tejidos (y así es responsable de dar firmeza y flexibilidad a la dermis). Por eso, cuando con el proceso de envejecimiento esta sustancia empieza a disminuir, se pierde volumen y contorno, dando lugar a la aparición de arrugas.
Actualmente, los avances científicos y tecnológicos han conseguido desarrollar el ácido hialurónico en los laboratorios. Ya sea para su uso tópico o como material de relleno mediante métodos intradérmicos (inyectables). En ese sentido, existen dos tipos distintos: los reticulados y los no reticulados. Los primeros generan una molécula tridimensional en forma de malla que le confiere mayor densidad y volumen a la piel. Resultan ideales para surcos, arrugas profundas o zonas donde se requiera lograr mayor volumen como los labios. Este relleno se aplica por vía intradérmica a nivel profundo de la piel. Por su parte, los no reticulados tienen un gran poder hidratante debido a su propiedad de absorción del agua. Se usan, por ejemplo, en los tratamientos de mesoterapia, ya que la inyección se realiza a poca profundidad.
¿Sabías que hay alimentos que estimulan la producción de ácido hialurónico?
Anota cuáles son, para poder consumirlos y así ayudar a la hidratación de tu piel.
Fuentes ricas en magnesio: espinaca, brócoli, espárragos, papa, coliflor, lechuga, zanahoria, banana, manzana, naranja, durazno, pera y almendras.
Fuentes animales: cordero, pollo, cerdo, carne roja, pescados (atún, arenque, caballa y salmón) y queso bajo en grasa.
Fuentes ricas en zinc: calabaza, levadura, cereales integrales, semillas de calabaza, papa y palta.
La soja: los estrógenos están muy ligados a la producción de ácido hialurónico por lo que después de la menopausia se aconseja ingerir alimentos que contengan fitoestrógenos como la soja. Por la misma razón, muchas cremas antiedad la tienen en su fórmula.

Uso cosmético
El ácido hialurónico tiene múltiples aplicaciones según su peso molecular. Puede formularse como crema, gel o sérum. Las cremas, además de hidratación, producen humectación, que es el aporte de lípidos a la piel. Pueden estar combinadas con otros principios activos y son recomendadas en pieles secas, expuesta a agresiones, fotoenvejecidas y maduras.
Por su parte, el gel y el sérum (en general se utiliza para una acción específica) son potentes concentrados que aportan hidratación a la piel y se caracterizan por ser fluidos, transparentes y de consistencia muy ligera. Al ser vehículos muy livianos, son utilizados en pieles mixtas y seborreicas.
El uso de productos con ácido hialurónico se recomienda a partir de los 35 años y la dosis ideal es dos veces al día luego de la higiene facial. Las zonas más comunes de aplicación son: comisura y contorno de labios, volumen facial y labial, arrugas perioculares (patas de gallo) y peribucales (alrededor de la boca) y surcos nasogenianos (líneas de expresión que van desde ambos lados de la nariz hacia la boca).