Receta para hacer yogur natural y casero

El yogur es un ser vivo; son millones de bacterias que se forman dentro de la leche y le dan esa deliciosa textura y sabor. Así que para hacer este divino elixir, lo que hace falta es cultivar estas bacterias para que se reproduzcan una y otra vez. En esta guía te enseñaremos a hacer yogur de forma sencilla y natural.

Para ello partiremos de un yogur natural sin azúcar comprado en el supermercado, del cual obtendremos nuestro primer grupo de bacterias; también utilizaremos leche en polvo, agua y pequeños recipientes para conservarlo.

Preparación del yogur casero
Prepara leche en polvo con la mitad de la leche requerida en las instrucciones, es decir, 2 cucharadas por taza en vez de 4; para esta receta se hará un litro de leche.
Una vez homogeneizada, colócala en una olla y calienta a fuego medio hasta que esté a punto de hervir (si hierve no funcionará la receta). Esto se identifica con un termómetro a los 85 grados centígrados, o cuando humee bastante y comience a crecer.
Luego, espera a que baje la temperatura hasta 45 grados y, si no tienes termómetro, mete el dedo meñique en la leche; estará perfecta cuando te quemes pero puedas aguantar el dedo dentro. Si no quema, debes calentar un poco más. Si está demasiado caliente, matará a las bacterias y no podrás terminar la receta.
Vierte la leche a 45 grados en un recipiente y mezcla con el yogur, hasta homogeneizar todo. Llena cada uno de los recipientes con la mezcla, entre más llenos mejor. Ya hemos colocado un grupo de bacterias en cada vaso en un ambiente óptimo para que se reproduzcan, así que sólo resta tapar, en lo posible con un paño de cocina limpio, y meterlo en el horno apagado (en un país tropical o verano), o en una caja llena de papel periódico para mantener la temperatura. Deja reposar durante 7 horas, y luego coloca en la nevera. En este momento, puedes darle sabor.
Sin abrir los recipientes, el yogur natural durará en buen estado una semana, y una vez abierto, entre 4 y 5 días.
Te recomendamos que guardes uno de los recipientes para hacer más yogur, así no tendrás que comprar en el supermercado.
Saborizantes para yogur casero
El yogur es un alimento muy rico e ideal para las dietas, ya que posee muy pocas calorías, y por eso suele estar presente en todo régimen de comidas.
En ComoHacerPara hemos aprendido a hacer yogures caseros de sabor natural, pero ahora iremos un poco más allá y veremos cómo saborizarlos.
Debido a que las bacterias que forman el producto necesitan multiplicarse, los saborizantes deben colocarse luego de la incubación, es decir, antes de llevarlo a la heladera, transcurrido el tiempo de reposo. Recuerda guardar una porción del yogurt antes de saborizarlo, para utilizarlo en la próxima preparación.
Una forma de saborizar los yogures es colocando diversos elementos para que transmita su sabor uniformemente durante un tiempo prolongado.
Por ejemplo, podemos colocar una hoja de laurel en cada vaso, pero con el tallo asomando afuera, para poder retirarlo antes de consumir. De igual modo podemos colocar tiras de cáscaras de frutas, insertadas en un palillo, para poder retirarlas sin dificultad.
La idea es que al colocar dentro este tipo de hierbas o cáscaras, con el transcurso de las horas se irá transmitiendo su aroma y sabor, y así obtendremos un yogur que sigue siendo natural, sin añadidos extraños ni saborizantes artificiales.
Otras opciones para saborizar el yogur con este método son una rodaja de cebolla o cebolleta (insertados en un palillo para poder retirar); un trozo de apio; cáscaras de manzana, limón o cualquier fruta; una ramita de canela (con una punta fuera); hierbas aromáticas como menta, albahaca, perejil, mejorana, etc. (siempre con el tallo fuera).
Saborizantes artificiales
Otra forma de saborizar el yogur casero es utilizando saborizantes líquidos, en polvo o esencias. Estos elementos son menos naturales, pero nos aseguran darle un sabor mucho más intenso a los yogures. También podemos utilizar otros ingredientes para mezclar, como semillas de cualquier tipo, curry, nuez moscada, cacao o canela en polvo.
Para saborizar con estos elementos, los colocaremos en cada vaso, o bien en la preparación general, sin olvidar que al remover es posible que el yogur se corte, pero con el transcurso de las horas volverá a unificarse.
Saborizantes sólidos
Por último, el tercer método: para saborizar un yogur casero por medio de elementos sólidos. En este caso, utilizaremos trozos pequeños de bizcochuelos, cereales, galletitas o cualquier ingrediente que pueda ser desmenuzado. También podemos utilizar trozos de frutas, aunque es posible que el jugo de las mismas quede en la superficie, debiendo mezclar bien para que se integren.

Fuente: www.comohacerpara.com