Los hinchas de Flandria coparon la tribuna de Vicente López

Cientos de hinchas de Flandria coparon la tribuna del estadio Ciudad de Vicente López, en el marco del lento regreso de los hinchas visitantes a las diferentes canchas del Ascenso. Esta vez, por decisión del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, designó el encuentro entre el Canario y Platense, por la Primera B Metropolitana.
Seis micros, tres combis y muchos autos particulares partieron desde la sede social del Club Flandria y desde la localidad de Pueblo Nuevo. Y la expedición contó con las clásicas complicaciones: uno de los colectivos se rompió a la altura de Moreno y los hinchas debieron reacomodarse en el resto de los transportes.
Así, los hinchas Canarios pudieron volver a seguir a su equipo fuera del Carlos V. Sin embargo, durante estos poco más de ocho años de veda, en varias oportunidades pudo salir de la frontera de Jáuregui. El 12 de mayo de 2007, cuando Flandria empató 1 a 1 con gol de Gastón Leva de penal ante Brown de Adrogué, fue la última vez antes de la instalación de la medida que -en un principio- se planteaba como provisoria. Pero con el correr de los años se convirtió en una costumbre el hecho de jugar sólo con los locales ante el abaratamiento de los costos de los operativos de seguridad y el aumento de la presencia de los socios propios.
No obstante, los organismos de seguridad de la provincia de Santa Fe levantaron la prohibición a los pocos años, algo que también imitó Córdoba. Eso les dio la posibilidad a los equipos de Buenos Aires a quebrar la abstinencia. Por eso, cuando Flandria debió enfrentar a Central Córdoba en la ciudad de Rosario, cientos de hinchas se volcaron en colectivos, combis y autos particulares hacia el coqueto estadio Gabino Sosa, ubicado cerca de las vías del tren.
El 9 de febrero de 2013, un centenar de hinchas hizo más de 300 kilómetros para ver al equipo de Edgardo Martini. En aquella oportunidad se volvieron mascando bronca no sólo por el resultado (1-2 con gol de Vázquez de penal) sino también por el rendimiento de Flandria que ya andaba complicado con el promedio del descenso. Así, despidieron a los jugadores con insultos y reprobaciones.
En un contexto completamente distinto, los fanáticos del Canario volvieron a viajar hacia el mismo escenario el 19 de noviembre del año pasado. Allí, la asistencia fue aún mayor ante el sueño de conseguir el ascenso a la B Metro, tras el golpe sufrido en la temporada 2013/14. El triunfo por la mínima diferencia frente al Charrúa gracias al gol de Rubén Molina, más el empate de San Telmo ante Laferrere en la última fecha de la Zona B del torneo Transición de la Primera C, derivó en aquel partido desempate disputado en Florencio Varela a puertas cerradas, que devolvió al Canario a la tercera categoría del fútbol argentino.
Y este año, más precisamente el 27 de mayo, la caravana Canaria viajó hasta San Francisco en la provincia de Córdoba, en donde Flandria enfrentó a Atlético de Rafaela por los 16vos de la Fase Final de la Copa Argentina, torneo en el que no están vedados los visitantes. Aquel día, el equipo de Felipe De la Riva acarició el milagro, que se le diluyó entre las manos con ese gol sobre la hora de la Crema que estiró la definición hasta los penales. El conjunto de Astrada se quedó con el pasaje por 4 a 3 desde los doce pasos.