“Haber tocado en la UNLu casi me cuesta la vida”

Sábado//El cantautor contó que su vida corrió peligro por haber tocado a beneficio de los profesores que resistía el cierra de la universidad a comienzo de la década del 80 y que esa actuación lo obligó a exiliarse por segunda vez. Denominó la distinción recibida como “Premio por la Vida”.

Luego de haber sido distinguido como "Doctor Honoris Causa" por el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Luján, el popular cantautor León Gieco, reveló ante un auditorio colmado que "haber tocado en la UNLu casi me cuesta la vida", en referencia a una actuación realizada a principios de los años 80. No obstante, dijo que  ese recital fue motivo para verse obligado a tener que exiliarse del país por segunda vez .
Gieco no pudo ocultar la emoción al valorar que el reconocimiento otorgado en la tarde de este sábado, horas antes de la actuación en la plaza Belgrano junto con el espectáculo "Mundo Alas" en un show a beneficio de la obra que lleva adelante el Hospice Madre Teresa.
León confesó que la distinción tiene particular importancia al recaer en un artista que lleva  50 años en los escenarios,  más de 40 discos grabados y más de 300 canciones compuestas a lo largo de una fecunda carrera que parece no tener límite. "Si ustedes supieran la importancia que tiene este reconocimiento para un artista porque no es a un año determinado, a un video o a una canción sino que es una persona que humildemente  este año cumple 50 años en los escenarios", sostuvo  e hizo una apretada biografía de su carrera. 
Recordó sus orígenes cuando a los 7 años se compró una guitarra, repasó su primera formación escolar para cantar folklore y la banda  de rock que tuvo cuando era aún un adolescente y vivía en Cañada Rosquín, provincia de Santa Fe.
No olvidó mencionar la grabación de su primer disco en Buenos Aires, trabajo que contó con la producción de Gustavo Santaolalla –"experimentó con mi primer disco", expresó, arrancando risas entre los presentes-, destacó como "un trabajo interesante" la obra titulada "De Ushuaia a La Quiaca" e hizo hincapié en su último emprendimiento artístico denominado "Mundo Alas" a favor de la no discriminación.
La distinción "Doctor Honoris Causa" para Gieco es un reconocimiento "por haber estado en el círculo íntimo de Mercedes Sosa, Joan Manuel Serrat, Víctor Manuel, Silvio Rodríguez, Pablo Milanes, Pete Seager, Joan Baez, Milton Nascimento, Chico Buarque, Sandro, Víctor Heredia, los Hermanos Parra (hijos de Violeta Parra) y muchos más. De todo modos, lo más importante es ese recuerdo de haber estado acá a principios de los 80 tocando contra el cierre de la Universidad Nacional de Luján y a beneficio de sus profesores", añadió.
En tal sentido, León Gieco aseveró que esa actuación "casi me cuesta la vida porque el genocida (general del Ejército) Oscar Montes me mandó a citar al 1er. Cuerpo del Ejército, a las 6 la mañana. Me mandó a un tipo que se llamaba Cazador de Guantes Blancos, era una persona que vino a mi casa y si él no aparecía a los 15 minutos subía la Policía. Me acuerdo que me recomendó que vaya a verlo al genocida de Montes de saco y corbata. Le dije que no tenía ni saco ni corbata. Entonces, me dice que tenía que conseguirlo. A las 6 de la mañana, Oscar Moro, el baterista de Serú Girán me prestó una corbata y un saco para ir a ver a este tipo.
Este tipo –continuó con su relato- sacó una pistola de su escritorio, me apuntó a la cabeza y me dijo: "la próxima vez que usted vaya a cantar a beneficio de la ciudad de Luján, yo mismo le voy a reventar el cerebro". Haber tocado en esta ciudad en plena dictadura militar "me costó un segundo exilio",  reveló.
Por todo eso, el doctorado Honoris Causa fue denominado por Gieco como el premio "por la vida" en homenaje a los que murieron defendiendo la cultura, la libertad y resistieron el cierre de la universidad.  "Me considero un amigo de ustedes. Con el corazón en lucha, soy parte de ustedes", afirmó, y desató una ovación mezclada con aplausos como tantas veces a lo largo de la tarde.