Reservorios, ampliación y remoción de puentes

La enumeración de propuestas corresponde al estudio integral de la cuenca que el año pasado concluyó la consultora Serman. El trabajo, encarado por la anterior gestión provincial, es la base del proyecto de obras anunciado recientemente por Vidal.

A mediados del mes pasado quedó firmado el acuerdo de préstamo para encarar obras en la cuenca del río Luján que atiendan la problemática de las inundaciones. Una parte del financiamiento correrá por cuenta de la Corporación Andina de Fomento (CAF).

De acuerdo a lo informado por el gobierno provincial, el primer desembolso ascenderá a los 100 millones de dólares (unos 1.500 millones de pesos) para la primera etapa de los trabajos, mientras que Provincia aportaría otros 58 millones de dólares (unos 870 millones de pesos).

Si bien María Eugenia Vidal no brindó detalles del plan de obras, el antecedente inmediato en cuanto a un estudio integral de la cuenca, con diagnósticos y propuestas, está dado por el estudio que el año pasado concluyó la consultora Serman a pedido de la gestión de Daniel Scioli.

El trabajo, conformado por distintos cuerpos documentales, divide el curso del río en distintos tramos, con propuestas diferenciadas en cada uno de ellos. Río arriba, hacia su naciente, se plantean una serie de reservorios temporales capaces de recibir el excedente hídrico en casos de fuertes lluvias y posibles desbordes. Hacia el sector medio, donde queda comprendida la ciudad de Luján y algunas de sus localidades, el estudio propone la ampliación de cauces, el primero de ellos a la altura de Olivera. Por otra parte, en todo el recorrido del río, se plantea la remoción y reconstrucción de puentes y represas para agilizar la velocidad de escurrimiento. Esos planes incluyen el paso que conecta las calles Alte. Brown y Luis Gogna.

En una primera descripción vinculada al río y los episodios de inundaciones, el trabajo plantea que “frente a eventos de excedentes hídricos, la cuenca se caracteriza por presentar un anegamiento generalizado de grandes extensiones en la zona inferior, entre la Ruta Nacional 8 y la Ruta Nacional 9”.

Se agrega que “más allá de la extensión de la inundación, los sectores básicamente afectados se encuentran en el entorno del valle de inundación del cauce principal y en la zona de desembocadura de los principales afluentes; estos sectores están estrechamente ligados a las zonas más bajas de la cuenca, y tienen suelos con aptitud agrícola nula y riesgo muy alto de inundación y anegamiento”.

Los sectores urbanos más comprometidos por las inundaciones identificados por la consulta Serman “se encuentran en el entorno de las principales ciudades, como Mercedes, Luján y Pilar”, en tanto conglomerados “emplazados en el valle de inundación del río, con afectaciones periódicas y recurrentes”.

También se refiere a la ocupación de humedales por parte de emprendimientos inmobiliarios privados. Sin embargo, a la hora de las propuestas el estudio no profundiza en posibles soluciones para esos sectores. 

AMPLIACIÓN

La primera propuesta concreta que se incluye en el estudio está vinculada con la necesidad de avanzar en la ampliación de cauces. En tal sentido, se enumeran distintos puntos para desarrollar esos trabajos: el primero en la ciudad de Mercedes, otro en Olivera, un tercer sector entre la parte media y baja de la cuenca, y un cuarto en el canal Santa María.

En el caso de Olivera, la consultora encargada del estudio fija una ampliación de 4,8 kilómetros río abajo desde el puente que conecta a la localidad con Goldney.

El otro tramo considerado está comprendido por la desembocadura del arroyo Gutiérrez, en la ciudad de Luján, hasta el puente ferroviario de la Línea Belgrano Norte en Pilar: “Las obras relativas al mejoramiento de la capacidad de conducción, se vinculan con la posibilidad de implementar canales complementarios, ampliación y perfilado de cauces naturales y/o ampliación de obras de cruce”.

Se trata de una extensión total de 37 kilómetros, divididos en tres tramos: el primero hasta la Ruta 7, otro desde esa arteria hasta la Ruta 8, y un restante hasta el ya mencionado cruce ferroviario. 

PUENTES Y COMPUERTAS

El estudio identificó un total de 35 obras de cruces viales sobre el curso principal del río y otras cinco estructuras tipo compuertas. Al respecto, en la cuenca alta se detectaron un total de 16 puentes. En cambio, en el tramo en que se ampliará la sección del cauce, comprendido entre la localidad de Luján y su conexión con el canal Santa María, se detectaron 19 puentes en distintos estados de conservación y con diferentes dimensiones.

En términos generales, “las obras que cruzan el cauce principal presentan luces amplias y podrían considerarse en una primera etapa como libres de intervenciones de envergadura”, tal los casos de los puentes sobre las rutas 7, 8 y 6.

A la hora de plantear alternativas, Serman propone dos categorías. Una relacionada con el reemplazo completo de puentes, es decir, que deberán ser demolidos y construidos nuevamente. En esa categoría queda comprendido el puente de la calle Brown, ya que si bien “tiene una luz amplia (para el escurrimiento del río), se presenta en estado deteriorado y con pilotes de soporte muy pequeños, es por ello que se recomienda la demolición y construcción”. En igual condición fue considerado el cruce vecinal conocido como “De los huesos”.

Por otra parte, el trabajo propone la ampliación de otros puentes mediante alcantarillas. Tal es el caso del puente vecinal entre Olivera y Goldney, como también el correspondiente a la conexión entre Jáuregui y Pueblo Nuevo.  

Otras de las consideraciones expresadas en el estudio apunta a las compuertas ubicadas sobre el curso del río. Se propone reemplazarlas con un sistema de presas inflables, definidas como diques compuestos por membranas de goma reforzada con tela, que poseen forma cilíndrica y se colocan en canales, arroyos y vertederos para elevar el nivel de agua.

Dicho dique “se encuentra firmemente anclado a la fundación de hormigón armado y se infla con agua o con aire para formar un azud excepcionalmente versátil, la tendencia actual sugiere un mayor uso de las membranas llenas de aire, ya que pueden ser inflados o desinflados más rápidamente”.

El sistema se propone para reemplazar a la demolida compuerta que se ubicaba a la altura del puente Almirante Brown. En cuanto a la represa de Jáuregui, que corta el río sobre el Club El Timón, el informe destaca que “no se plantea en el plan como una medida estructural reemplazarla” con una presa inflable: “Pero sí es una recomendación a futuro. Debe ser tenida en cuenta por el COMILU (Comité de Cuenca del Río Luján), y durante la gestión futura de la cuenca evaluar su reemplazo, total o parcial por una presa de este tipo que permita, en caso de excedentes por crecidas, una mejora en el escurrimiento de los caudales”.

Por otra parte, “deberá considerarse seriamente la ejecución de obras de reparación y mantenimiento de las estructuras existentes, que se observan en un estado de deterioro de relativa importancia”. Cabe mencionar que la estructura fue acondicionada el año pasado bajo la responsabilidad del Parque Industrial Villa Flandria.

RETENCIÓN

La construcción de reservorios se consigna como Áreas de Retención Temporal de Excedentes Hídricos (ARTEH), en tanto zonas destinadas a “disminuir el caudal de pico que en definitiva es el que genera los máximos niveles de inundación en los centros urbanos y poblaciones”.

“Como resultado del análisis realizado inicialmente se habían identificado aproximadamente alrededor de 40 emplazamientos, con capacidad de acogida para la construcción de pequeños reservorios temporales. No obstante, una gran parte de estos sitios no cuenta con la capacidad suficiente para efectuar una atenuación del pico de crecida correspondiente”, se describe.

Una segunda consideración permitió disminuir a 9 el número de posibles emplazamientos, todos localizados en sectores bajos y susceptibles de ser utilizados como reservorios temporales: “Estas áreas se examinaron cuidadosamente en el marco de un análisis integral del sistema, considerando los efectos beneficiosos en la laminación de crecidas como así también los efectos negativos en la inundación de áreas productivas, prevaleciendo el objetivo primario de salvaguardar vidas humanas”.

Las disposiciones, en tanto alternativas, abarcan dos sectores bajo la influencia hídrica del cauce principal del río y siete restantes en arroyos ubicados en la cuenca alta, como Los Leones, Moyano, Leguizamón, Grande y Oro.

Según los autores del relevamiento, “el principal inconveniente de estas obras es que se provoca la inundación de sectores que pueden estar ocupados por emprendimientos rurales”. Al respecto, se expresa que “normalmente, en sectores de alto valor productivo, la incorporación de reservorios para mitigar las inundaciones rurales no resulta del todo conveniente desde el punto de vista económico”.

Sin embargo, “su uso parece mucho más necesario a los fines de atenuar los picos de las crecidas en zonas urbanas”. Por esa razón, las proyecciones refieren a reservorios temporales, es decir, que se cubran de agua en los momentos de fuertes precipitaciones y retomen su perfil rural productivo el resto del tiempo, bajo un sistema jurídico de servidumbre.

En cuanto a los dos potenciales reservorios aledaños al río, ambos en territorio mercedino, el primero de ellos se sitúa sobre la parte alta de la cuenca y se encuentra en un sector relativamente propicio para la implantación del reservorio temporario, donde se aprovecha la traza y terraplén del ferrocarril Bartolomé Mitre. El segundo de ellos que se analizó, “se encuentra ubicado a una distancia de 20 kilómetros aguas abajo del primero, también sobre la parte alta de la cuenca, el mismo se emplazará sobre la vía del ferrocarril General San Martin”.