El Colegio de Psicólogos distrito VI manifestó su rechazo al proyecto de reforma por decreto de la Ley Nacional de Salud Mental. La propuesta se conoció el viernes pasado y se encuentra a la espera de la firma del presidente Mauricio Macri.
El Colegio de Psicólogos distrito VI manifestó su rechazo al proyecto de reforma por decreto de la Ley Nacional de Salud Mental. La propuesta se conoció el viernes pasado y se encuentra a la espera de la firma del presidente Mauricio Macri.
Según señalaron varias organizaciones de profesionales y usuarios, el proyecto atenta contra el espíritu de la ley, que busca busca inscribir el cuidado de la salud mental en el marco de los Derechos Humanos, la salud colectiva y la reivindicación de las voces de los usuarios. El cambio por decreto, fue pergeñado a espaldas de la opinión de los equipos de salud, las organizaciones y todas las personas afectadas.
Desde el cuerpo colegiado con sede en Luján, cuya jurisdicción comprende nueve distritos de la zona, repudiaron la propuesta por considerar que modifica la concepción de Salud Mental. “No la considera como un proceso multideterminado por componentes históricos, socio económicos, culturales, biológicos y psicológicos, pasando a considerar el padecimiento mental como transtorno mental y del comportamiento”.
Además, afirmaron que reinstala el manicomio bajo el nombre de “Hospitales especializados en Psiquiatría y Salud Mental”. “Acepta el aislamiento de personas que vuelve a considerar enfermos y reinstala el concepto de peligrosidad que ahora es inminencia de daño para sí o para terceros”, argumentaron.
Por otra parte, denunciaron la eliminación de la perspectiva de los Derechos Humanos, reinstalando la lógica del modelo tutelar de la sustitución de la voluntad. “Las personas dejan de ser pacientes para ser portadores de un transtorno mental y, como consecuencia, disminuye la presunción de capacidad de todas las personas”, sostuvieron.
Asimismo, “se intenta modificar las incumbencias profesionales de la Psicología a partir de una ley de 1967, para ubicarnos nuevamente como auxiliares de la medicina”, lamentaron.
Por último, los psicólogos aseguraron que también se modifica “el órgano de revisión” y se “minimiza la posibilidad de trabajo de los recursos interdisciplinarios e intersectoriales”.