El hecho sucedió esta mañana en Las Acacias al 1600. Las víctimas, una mujer con sus dos hijos menores, fueron encerradas en el baño. Los delincuentes eran tres y al menos uno estaba armado.
Por Gustavo Charino
Fueron por dólares y terminaron llevándose unos 20 mil pesos, una consola de juegos, un teléfono celular, una mochila y un secador de pelos. Esta mañana, cuando todavía no había amanecido y una densa niebla cubría la zona, tres delincuentes entraron a una vivienda y cometieron un asalto.
El hecho sucedió cerca de las 7.15 en calle Las Acacias 1605. Quince minutos antes, el dueño de casa había salido a trabajar. Pero en la vivienda estaba su esposa con dos hijos de 11 años que aún dormían.
De pronto, un extraño llegó hasta la cocina. Alejandra, que a esa hora ya estaba haciendo tareas en el hogar, pensó que había entrado su hijo mayor. Lamentablemente, no fue así. Era un sujeto de entre 20 a 30 años, con el rostro semitapado con un barbijo, gorra y un arma de fuego en la mano, que le ordenó que no gritara porque iba a asustar a sus hijos.
Enseguida, se sumó un segundo delincuente también con barbijo, pero con gorro de lana en la cabeza y portando un elemento ferroso en la mano con el que se estima barreteó la puerta principal de la casa. Al rato, lo hizo un tercero cuyo rostro no pudo ver Alejandra ya que para entonces estaba encerrada en el baño junto a sus dos mellizos, todos muertos de miedo.
Invocaban venir de parte de un tal Marcelo, como si fuera el nombre del presunto entregador del robo. Sin embargo, la víctima no conoce a nadie con ese nombre y para menos atesora en su vivienda moneda extranjera.
Los Investigadores presumen que los delincuentes pudieron haberse equivocado de domicilio. Lo cierto es que los tres malvivientes no tuvieron mayores inconvenientes para entrar a robar. La puerta de reja estaba abierta como era costumbre y la puerta principal no tenía llave.
“No fueron violentos, pero jetoneaban como hacen en todos los robos. Querían plata, plata y plata. Dijeron que venían exclusivamente acá. Me pedían dólares, pero no tengo. Mi marido es un laburante como todos. Entre ellos decían que los había mandado Marcelo porque acá había dólares”, contó la víctima a EL CIVISMO.
Hasta este sábado, este sector de Pueblo Nuevo no registraba un hecho de estas características. Tampoco se sabe en qué llegaron y en qué se fueron. Por la niebla, las cámaras de seguridad relevadas por la Policía no arrojaron claridad sobre este punto de la investigación.
Una posibilidad es que hayan dejado estacionado un vehículo a la vuelta, sobre calle Río Luján, una atería menos transitada que Las Acacias que corre paralela entre Tropero Moreira y Las Tipas. “Para mí tenían el auto como a una cuadra”, estimó la víctima.
Los delincuentes dejaron la casa cerca de las 7.45 cuando la mañana empezaba a clarear. “Yo me quedé quietita abrazada con ellos y salimos cuando no sentimos más ruidos. No sabía a quién llamar primero. Llamé al 911. La Policía se portó muy bien. Vino hasta el comisario de Jáuregui”, agregó.
Además de la policía con asiento es esta jurisdicción, al domicilio llegaron investigadores de la DDI Mercedes y Policía Científica a levantar rastros. Los peritos quedaron en regresa a media tarde.