La historia de Yésica Luna fue una de las primeras que se conoció del grupo Hermanos de Búsqueda. Los estudios de ADN arrojaron avances.
La historia de Yésica Luna fue una de las primeras en salir a la luz cuando comenzaron a emerger las denuncias por tráfico de bebés y apropiaciones ocurridas durante aproximadamente tres décadas y que comenzaron a mediados de los ‘70. Casi sin avance en estos años, ahora un dato genético puede abrir una luz de esperanza para orientar su búsqueda.
Anotada como hija biológica de sus padres adoptivos, en las actas figura que nació el 28 de julio de 1975 en la Clínica Güemes. Sin embargo, luego pudo confirmar que en realidad el parto ocurrió unos días antes, con la participación de Ricci, aunque todavía no pudo establecer la fecha exacta.
A principios de año, la mujer recibió los resultados de ADN de Family Tree, una empresa especializada en pruebas genéticas con sede en Houston. “La base de datos es compatible con My Heritage (“Mi herencia”, una plataforma genealógica online). A su vez, hay un tercer sitio que es Gedmatch, que vendría a ser la red social de los ADN donde todos sabemos cuál se hizo originalmente. Entonces, mi material genético que yo mandé a Family Tree se compara también con la gente que ingrese a My Heritage porque son compatibles y autocomparables”, explicó.
En la plataforma de Gedmatch, uno de los apartados permite realizar una serie de preguntas a tu material genético. Una de ellas es si tus padres biológicos están emparentados. “Te puede dar un número de 0 a 1.200. A mí ese número me dio 784, es decir, que son parientes y muy cercanos, por eso el número alto”, sostuvo Yésica.
Por las cifras que arrojó ese primer análisis, podía ser que sus progenitores fueran padre-hija, madre-hijo o hermanos completos (es decir, del mismo padre y madre). A partir de dos filtros, se pudo determinar que los padres biológicos de Luna eran hermanos completos.
“Esto lo sé desde antes de la cuarentena. Es algo muy delicado. Si ellos tuvieron otros hijos por su lado, soy media-hermana de mis primos-hermanos; primera-hermana de mis medios-hermanos; y soy mi prima-hermana y mi media-hermana dentro mío”, apuntó.
Este nuevo dato de sus padres biológicos podría orientar la búsqueda de alguna forma. Es que sospecha que “quizás fue algún tema de abuso que se tapó el asunto, sacándose el problema de encima”. Por eso, se ilusiona con que alguien pueda acercarse y brindar su testimonio ante el conocimiento de un caso intrafamiliar de similares características.