Denuncian la muerte de Sharima, elefanta del Zoo

Proteccionistas habían pedido su traslado en septiembre pasado. La situación de maltrato y abandono de los animales ha sido expuesta en varias oportunidades, así como también el cierre del zoológico.

La ONG Elephant’s Helper Argentina informó este domingo que la elefanta Sharima, que vivía en cautiverio en el Zoológico de Luján, “murió ayer sábado 9 de enero tras padecer de distintas enfermedades, algunas sin diagnosticar y otras diagnosticadas, pero sin ningún tratamiento que la ayudara a superarlas”.

A través de la página de Facebook Elephant’s Helper Argentina, los proteccionistas advirtieron que, a pesar de haber mantenido conversaciones con el dueño del zoológico, Jorge Semino, “se hizo muy difícil llegar a un acuerdo” que les permitiera ingresar con un veterinario independiente para hacerle estudios. “Ante las dificultades en la comunicación, propusimos distintas opciones para comenzar esta evaluación veterinaria, pero ya era demasiado tarde, Sharima no pudo esperar más los tiempos de sus dueños. Cayó a una fosa el día viernes y murió ayer sábado por la tarde”, publicaron en la red social.

La noticia les llegó en forma anónima, según expusieron en un comunicado. Y solicitan además, “conocer los resultados de la necropsia”  ya que “hay indicios alguna de las enfermedades de Sharima era zoonótica (se transmite a humanos)”, señalaron.

“Estamos convencidas que esto ha llegado a su fin; tras la fuerte determinación política del Ministerio de Ambiente que se ha presentado como querellante, una denuncia penal avanza para poner punto y final a estas prácticas alejadas de la legalidad y la ética. Por Sharima, exigimos justicia. Ni un solo animal más de ninguna especie tiene que volver a pasar por esta tortura. Nunca más”.

TRASLADO

En septiembre del año pasado, integrantes de la ONG habían propuesto trasladar a Sharima al Santuario de Elefantes ubicado en Mato Grosso. La visita de los proteccionistas se dio, entonces, en un marco de denuncias por maltrato y abandono de animales.

“La muerte de Sharima demuestra una vez más que el cautiverio enferma y mata; nació en 1995, por lo que murió muy joven, con apenas 25 años de edad. Su breve biografía es muy triste y cruel: nacida en el Way Kambas Elephant Training Center (centro de “entrenamiento” de elefantes destinados a la industria del ocio y del trabajo de la industria de la madera), fue vendida al Zoo de Ragunan, que la vendió a su vez al Zoo de Luján junto a Arly (quien murió en Luján en Junio de 2015 a la temprana edad de 19 años).  La vida que las esperaba en nuestro país fue un calvario: uso de bullhooks, cadenas, explotadas para que el público las montara para dar paseos y sacarse fotos, alquiladas para fiestas, anuncios publicitarios”, describieron en el comunicado.