Walter Cuttini en un recorrido musical

Ed.Impresa//Su trabajo en el piano le permitió recorrer escenarios y géneros acompañando a distintos artistas de renombre. Esta vez, vuelve al país para acompañar a Estela Raval y sus célebres “Cinco Latinos” en su temporada en Carlos Paz.

Los que tenemos más de treinta todavía recordamos a Ráfaga, uno de los grupos que surgió en plena efervescencia cumbiera de mediados de los noventa. Pelo largo, trajes llamativos, un sonido novedoso y un pasito que todos trataban de imitar. Ahí detrás, en los teclados, y como director musical del grupo en los ensayos, estaba Walter Cuttini. Se remonta a los comienzos de la banda y evoca al legendario Antonio Ríos, quien un buen día les propuso formar un grupo que se llamara Ráfaga. "Fue todo un suceso, no nos imaginábamos lo que iba a pasar", recuerda. Es inevitable preguntarle acerca de la influencia que la tradición familiar ejerció sobre su oficio: "De chico me tocaba compartir ensayos y sesiones. Me fui alimentando de eso poco a poco. Después uno va siguiendo su camino y elige qué tipo de música hacer y cómo quiere hacerla".
<subtitulo>Con la música de equipaje
<texto>Alejado de la banda, se instala en Estados Unidos a partir de 1998, donde se desempeña como músico de estudio en la ciudad de Los Ángeles, experiencia que intercala con viajes a Japón como tecladista del exitoso espectáculo "Tango Emotion", creado por su padre Enrique Cuttini. La estadía se prolonga hasta el año 2000, cuando decide recalar en España durante un tiempo, apenas el necesario para renovar su visa de trabajo y regresar a la meca del cine. Pero, bien lo sabe Walter, el destino suele ser impredecible, y lo que se suponía que iba a ser un breve período de tránsito termina convirtiéndose en una prolongada estancia de diez años. "Al principio fue difícil -confiesa Walter-, no podía hacerme a la idea de quedarme a vivir en Madrid". Sin embargo, rápidamente asomó una oportunidad de continuar con su labor: "Un amigo contrabajista que había conocido en una de las giras por Japón, ex Manal, como Claudio Gabis, también radicado en España y director de la Escuela de Música Creativa, me contacta y me ofrece trabajo". De este modo comienza una nueva etapa en su carrera, durante la cual se dio el gusto de acompañar a grandes artistas de la música ibérica: María Vidal, Rosario, José Francés, Los del Río, Isabel Pantoja.
"De pronto me vi tocando Macarena ante miles de personas y no lo podía creer, era música que escuchaba cuando tenía 17 años. Era medio surrealista", recuerda con alegre nostalgia. "No paré de trabajar. Además de los acompañamientos también hice música para obras de teatro y participé de los festivales de tango de Málaga y Marbella". Hace un par de años regresó a la Argentina para formar parte del elenco de "Tanguera", una producción de Alejandro Romay que ya recorrió las ciudades de París, Londres y Nueva York, y cuya idea original es del propio Cuttini. El espectáculo, que cuenta con músicos de la talla de Pablo Agri, Lisandro Adrover y Juan Pablo Navarro, vio frustrado su estreno en España a causa de la crisis económica que se desató en el 2008. "Se cortaron completamente los subsidios y las ayudas estatales. El panorama no era nada alentador. Sentí que se abría un vacío y que podía aprovecharlo para volver al país. Era una oportunidad", relata Walter.

Regreso auspicioso
Así las cosas, Cuttini arma las valijas nuevamente, despacha su piano de cola y vuelve a instalarse en Luján después de más de doce años viviendo afuera. No demoró demasiado en llegar la ocasión de volver a subirse a los escenarios para hacer lo que le gusta y, convocado por Estela Raval y sus célebres "Cinco Latinos", partió hacia Carlos Paz para acompañarla en su participación en "Excitante", el mega show estival que reúne nuevamente a Nito Artaza y Miguel Ángel Cherutti, y donde se destacan también los mediáticos Flavio Mendoza, Cintia Fernández y Adabel Guerrero. "Es increíble ver a esos tipos de ochenta años tocando la trompeta, bailando y jodiendo como si tuvieran quince; cuando los veo, pienso: yo quiero estar como esta gente". Más allá de las plumas y los chistes, Cuttini no pierde de vista uno de los objetivos centrales de su regreso, seguir desarrollándose como músico y entrar a los estudios de grabación para concretar viejos anhelos.
"Creo que es el tiempo de desempolvar algunos borradores que tengo en la cabeza desde hace tiempo y tratar de ponerlos en un disco. Es lo primero que voy a hacer cuando termine la temporada", afirma. Su largo periplo lo puso en contacto con diversos ritmos musicales y esta amplitud de vivencias lo ha hecho crecer como músico. "Cualquier cosa que se puede sentir, se puede tocar", afirma, categórico. No obstante, cuando hace referencia a sus preferencias musicales no duda en confesar que "si me siento al piano me sale un tango, es algo natural. Pero también me gusta el jazz y el flamenco. Ahora quiero ir por la música ciudadana en general, no sólo el tango, y trabajar con arreglos electrónicos".
Consultado acerca de cómo ve el presente cultural de nuestro país, sostiene que "hay una movida interesante, pero creo que todavía muy selecta. Por lo menos en el caso del tango, los que reciben ayuda son pocos. Creo que hay material como para abrir todavía más el abanico. Además, hay que apostar por las provincias. No puede ser que todo esté concentrado en Buenos Aires".