Orsi + Gómez: una dupla para la historia

Llegaron literalmente con el agua al cuello: con preocupación por el descenso y el estadio inundado. En menos de un año llevaron a Flandria a lo más alto, cosechando más del 57 por ciento de los puntos.

Hacen una buena combinación. Uno más serio, el otro un tanto más cercano al jugador. Uno más táctico, el otro más motivacional. Aunque los dos igual de obsesivos con el trabajo. Sergio Gómez y Favio Orsi (o Favio Orsi y Sergio Gómez, para evitar celos) fueron los padres de este logro histórico que consumó Flandria este domingo.

Desembarcaron en Jáuregui a fines de julio del 2015, cuando el equipo no encontraba el rumbo. Venían de conseguir buenas campañas al frente de Fénix y Español, y llegaron para levantar a un Canario que estaba en caída en esa segunda ronda del campeonato de la B Metro, tras una primera parte en zona de Reducido con conducción de Felipe De la Riva. A eso, se le sumaba una situación extrafutbolística: el desborde del río Luján. Así, el ciclo arrancó con el agua al cuello: la preocupación del promedio y la inundación del estadio Carlos V.

Por eso, el debut de la dupla recién fue el 22 de agosto en Villa Lynch, en donde el Canario perdió 1 a 0 ante UAI Urquiza. Cuatro días después, sus dirigidos empataban en cero ante Deportivo Merlo en el Carlos V, encuentro que había sido postergado tras el paso del agua.

Ahí iniciaron una larga racha positiva en casa para enderezar el rumbo: victorias frente a Almirante Brown, Riestra y Barracas. Aunque de visitante no sumaba (caídas ante Estudiantes, Acassuso y Defensores de Belgrano). Después, tuvo cuatro empates seguidos (San Carlos, Platense, Tristán Suárez y Morón) para cerrar el 2015 con dos triunfos al hilo ante Fénix en casa e Italiano de visitante.

A esa altura, el equipo ya mostraba algunas cosas interesantes que se acrecentaron este año: solidez defensiva y efectividad. Aunque otras fueron mutando, como por ejemplo aquel esquema ofensivo con un enganche y dos puntas. Con el correr del torneo de Transición, aquel dibujo táctico se transformó en un tradicional 4-4-2 priorizando siempre primero el arco propio en cero. Con esa arma lograron el punto necesario en Villa Crespo.

Aunque primero debieron rearmar un plantel que mantuvo su base pero sufrió algunas bajas importantes, sobre todo de mitad de cancha hacia adelante. Y tanto la dirigencia como los entrenadores acertaron con los refuerzos, como por ejemplo Alejandro Altuna, Diego Sosa, Juan Cruz Randazzo, Maxi Zárate y Pablo Bueno.

“El objetivo es ser protagonistas”, le habían dicho ambos a EL CIVISMO Digital en enero, en la primera práctica del año. Aquella declaración que solo parecía de ocasión se materializó el domingo: "Los jugadores no tienen que venir a pasear a Flandria, sino a intentar hacer historia. Lo más lindo que te puede pasar es dejar algo en el club donde uno trabaja, dejar una marca. Ojalá sea así, para nosotros y para los jugadores: tratar de hacer algo importante en Flandria". Y vaya si lo lograron.