Dejó de funcionar el comedor del San Pedro

En abril de este año, el comedor Los sobrinos del Edén entregó la última vianda con comida. Hace cinco meses que no recibe ayuda del municipio. Asistía a 38 familias del barrio.

Una de las calles que bordea la canchita del barrio San Pedro se llama Las Camelias. Es perpendicular a Las Margaritas (la arteria principal); y una de las pocas en condiciones de ser atravesada sin riesgo a embarrarte cuando llueve. Es una bendición, podría decir más de uno al pasar por la zona y descubrir a metros de esa calle una iglesia. “Cuando llueve, el remís directamente no entra, te deja en la esquina”, comenta Carolina Amato, que vive a la vuelta, en Los Jazmines al 1300. Allí mismo tiene el almacén que trabaja todos los días. Hasta hace cinco meses, atendía también un comedor.

El salón donde hoy funciona la iglesia era una casa cuyas paredes se fueron tirando para dar lugar a un amplio salón, con techo de machimbre y paredes blancas. Allí, los jueves concurren vecinos a escuchar a los pastores que vienen de Moreno. Es un encuentro del que los más chicos disfrutan. Esa era la casa de Carolina. Hace ya cinco años que cedió ese lugar y comenzó a levantar su casa detrás del almacén. El terreno es largo, hay espacio de sobra para albergar a los fieles y a su familia. Los chicos van y vienen en bicicleta, piden permiso para ir a la plaza, atraviesan la calle de tierra que con sol respira. “¡Qué linda tarde!”, apunta uno de los vecinos. A las 16 del jueves 31 de agosto, no había nubes en el cielo y daba la sensación de que la primavera estaba a la vuelta de la esquina. Carolina tiene un conejo que ese día se escapó y por poco termina siendo merienda de los pitbull. “El barrio es tranquilo, pero perros tenés que tener igual”, agrega mientras corta hojas de la radicheta que crece en la calle y le da al conejo. “La policía pasa siempre, hace poco iluminaron las calles Las Camelias y El Irupé. Faltaría iluminar el fondo del barrio”. Esa es una de las quejas que presenta Carolina cuando le preguntás por las condiciones del San Pedro.

Del comedor quedó solamente el nombre, Los sobrinos del Edén; y la voluntad de Carolina de seguir ayudando. También, quedó la referencia, porque aún algunas mamás se acercan a la casa a preguntar cuándo retoman. Carolina no tiene esa respuesta, simplemente no sabe qué responder. De vez en cuando pide donaciones y organiza un evento para que los chicos reciban una merienda: un cumpleaños, el día del niño, un festejo porque sí. Las viandas que muchas familias retiraban tres veces por semana pasaron a ser un menú de cada tanto y con suerte.

En enero de 2018 cumplirían 6 años. El festejo deberá esperar. Por ahora se gestiona retomar con el comedor. Pero a Carolina si hay algo que le sobra es paciencia y no va a bajar los brazos. En la Dirección de Políticas Sociales (Ituzaingó esquina Italia), según contó a este medio, le dijeron que necesita llevar nuevamente el registro de los chicos que asistían, los números de DNI de cada uno y de las mamás. Son cerca de 38 familias, un total de 140 personas.

“Antes les daba de comer a los chicos acá”, cuenta Carolina. Estamos sentadas en una esquina del salón donde funciona la iglesia, al lado de la ventana que da a la calle. Hay una tarima con micrófono y varias sillas apiladas. Y continúa: “pero por no tener el espacio adecuado y la cantidad de sillas y vajilla para todos, decidí después de tres años armar viandas familiares para que se lleven los chicos a las casas”.

Carolina abrió el almacén hace un mes. Antes, trabajaba en las cooperativas Argentina Trabaja. En una oportunidad, durante una escapada a Capital por un trámite que hacía en Desarrollo Social, conoció a una persona que la contactó con Victoria y Roberto, integrantes de Feria Franca Luján. Gracias a ellos accedió a un microcrédito para comprar la cocina que utilizaba para preparar la comida a los chicos. El microcrédito es una herramienta para que emprendedores puedan iniciar su propio negocio. A medida que se devuelve, se renueva por igual cantidad o por más, según cómo haya sido la devolución del dinero. Es un préstamo. Con esa posibilidad en mano Carolina consiguió además una heladera mostrador para el almacén.

Si bien el comedor Los sobrinos del Edén figura entre los cinco que reciben subsidios del municipio, Carolina asegura que desde mayo no recibe nada. “Yo del municipio recibía cosas como carne, verduras y alimentos secos. Este año, recibí en enero, febrero, marzo, y abril, después las cosas no llegaron, y si bien en principio comprábamos nosotros o pedíamos donaciones a los comercios, llegó un punto en que no se pudo sostener. Hice un parate, dije, hasta acá llegué, pero seguí haciendo eventos a medida que iba recibiendo donaciones”, contó.

Los chicos saben que si hay banderines o globos en la puerta de la casa de Carolina, ellos pueden pasar a tomar la merienda.

“Hace dos semanas estuve en Desarrollo Social porque me dijeron que había una posibilidad de retomar, pero para eso me piden documentación que ya entregué hace meses, DNI de cada chico y quién es la familia, que no está mal que te lo pidan, para nada, pero lucran con la necesidad de la gente, porque una vez que tienen la documentación solicitada, a partir de ahí, si a ellos le llegan 100 paquetes de arroz a vos te dan 30. Por qué no caminan el barrio, por qué no vienen y ven cómo trabajamos. Vení a golpear las manos a ver cómo se hacen las cosas acá”, detalló.

El último festejo fue para el día del niño. Ese día recibió ayuda de la Agrupación Lecheros Solidarios que llevaron a un payaso y organizaron juegos. Vecinos, comercios e integrantes de Feria Franca, ayudaron.

Comedores y merenderos

Hasta el lunes 11 de septiembre, el área de Políticas Sociales había registrado (según publica a través de la plataforma Gobierno Abierto, a la que se accede desde el sitio web de la Municipalidad) cinco comedores y merenderos en Luján: Comedor Corazón Open Door; Comedor Sobrinos del Edén B° San Pedro; Comedor Rincón de Luz B° Ameghino; Comedor Polo Obrero Varios Barrios (San Pedro, Villa del Parque, otros); Comedor Americano B° Parque Lasa.

El año pasado, sin embargo, un relevamiento que hizo la agrupación Luján Solidario, agregó 11 comedores más a los cinco ya mencionados, agrega: Merendero “Lagrimitas”; Merendero “El Rinconcito”; Merendero “JP 2 Abril”; Merendero “El Triunfo”; Merendero “María Reina de la Paz”; Merendero Barrio Elli; Merendero Villa del Parque; Merendero Barrio Juan XXIII; Merendero Barrio Luna; Comedor Barrio Hostería; y Comedor “La Bendición” de Villa del Parque.

También este año comenzó a funcionar el comedor nocturno Granito de Arena, en el barrio San Jorge.