Casi todo al descubierto

"La central termoeléctrica nunca pudo haberse instalado si la Municipalidad hubiera actuado correctamente. Lo reconoció el propio Luciani en la reunión del viernes cuando habló de 'una mezcla de inocencia y pelotudez? para referirse a la actuación de sus funcionarios".

La semana pasada terminó de confirmarse lo que mucho se dijo en torno a la instalación de la termoeléctrica: las irregularidades de un proyecto que cuenta con un fuerte respaldo de las esferas gubernamentales nacionales y provinciales, sumado a un Municipio que durante más de un año convalidó las aspiraciones de sus socios políticos de Cambiemos.

La reunión que el intendente Oscar Luciani mantuvo con vecinos no dejó lugar a dudas. El jefe comunal reconoció las presiones políticas a favor de Araucaria Energy. Los dichos de la máxima autoridad del distrito reafirman las denuncias vecinales y periodísticas en torno a un proyecto que avanzó sin contar con todos los requisitos necesarios, pero bendecido por los estrechos vínculos de funcionarios nacionales en la conformación de la empresa.

Otro dato que pudo confirmar este medio se dirige en el mismo sentido: una vez que los concejales oficialistas optaron por acompañar la derogación de la zonificación (modificando la postura que habían tenido dos semanas atrás, cuando irresponsablemente zonificaron como pedía Araucaria), fueron llamados por representantes de la Gobernación y reprendidos. Provincia buscará intervenir fuerte para destrabar la situación, en contra de las preocupaciones de los vecinos y a favor de los intereses empresariales.

Los vaivenes del gobierno municipal merecen algunos párrafos aparte. Si uno mira el vaso medio lleno y compara lo que ocurre en Pilar por el mismo tema, puede decirse que a la gestión de Oscar Luciani todavía le quedan algunos escrúpulos, traducidos en este caso en un cambio de posición (al menos desde las pocas expresiones públicas que el gobierno emitió al respecto) que atiende las inquietudes vecinales. El vaso medio vacío, en cambio, implica reconocerle un grado de responsabilidad alta en todo lo que está ocurriendo.

Para que se entienda: la central termoeléctrica nunca pudo haberse instalado si la Municipalidad hubiera actuado correctamente. Lo reconoció el propio Luciani en la reunión del viernes cuando habló de “una mezcla de inocencia y pelotudez” para referirse a la actuación de sus funcionarios.

Esto es imperdonable, pero esperable. Remite a la estrategia de victimización e inocencia típicas del intendente (es un patrón repetido ante cada tema espinoso, como ocurrió con el COU en 2013). No sólo Luciani es responsable al igual que sus funcionarios por el hecho de ser el máximo responsable del Departamento Ejecutivo, sino porque el intendente avaló con su firma varias acciones a favor de Araucaria Energy. Es más, cuando el Concejo Deliberante otorgó la zonificación, el jefe comunal sabía que la termoeléctrica era de tercera categoría, pero igual promulgó la ordenanza.

Por eso es que la Municipalidad no termina de sincerarse. Nunca brindó una conferencia de prensa sobre el tema y evita entregar la documentación generada a nivel local sobre la termoeléctrica (al menos ocho expedientes generados especialmente en el área de Obras Públicas), violando el acceso a información pública. Por el momento, los dos funcionarios más involucrados en el tema -el secretario Marcelo Gutiérrez y el director Carlos Patetta-, continúan en sus cargos como si nada hubiera pasado.