El desfile del Hospice y la historia desconocida

Mónica Ormachea contó a EL CIVISMO cómo su mamá alentó la difusión de la tarea que realiza esta institución. Años más tarde, sería ella quien recibiría el acompañamiento del Hospice en el tránsito final de su vida.

El desfile a beneficio del Hospice Madre Teresa tuvo su séptima edición este año, y como viene sucediendo desde sus inicios, cada vez más personas se suman a la organización. Esta tarea voluntaria que lleva varias semanas, puede realizarse gracias al aporte de comerciantes, amigos del Hospice, y vecinos que colaboran con la compra de entradas, con el vestuario y maquillaje de modelos (mujeres reales con espíritu solidario), y el desfile en pasarela.

El evento tiene detrás una historia que agrega un motivo más para involucrarse. Así la contó Mónica Ormachea, comerciante, a este medio.

"Mi mamá murió en el 2011, y mi papá en el 2003, los dos de cáncer. Con mi mamá tuve más posibilidades para llevar adelante la enfermedad, con mi papá no, fueron 3 meses fulminantes. Entonces lo vivo desde adentro, sé lo que cuesta el acompañamiento en la casa", relató.

En 1994, la mamá de Mónica se interesó en el texto de unos folletos que llegaron a su local de ropa, con información relacionada al cuidado de los pacientes con cáncer. Cada vez que encontraba una oportunidad, difundía la noble tarea que un grupo de 5 o 6 personas (un doctor, una nutricionista, y ayudantes) realizaba con el único interés de mejorar la calidad de vida de personas enfermas. Se lo leía a los clientes, a su familia y amigos.

"Mi mamá, cuando empezó con este tema nunca pensó que ella iba a estar acompañada por el Hospice. En la vida son todas causalidades y no casualidades, está todo enlazado, seguramente", resaltó Mónica. 

Su mamá fue diagnosticada con cáncer de mama el 5 de enero de 1994. "Ahí comenzaba para nosotras un camino difícil que nos hizo ser una sola", relata en un texto que escribió. "Viví en primera persona la enfermedad; eran tiempos en los que no se hablaba casi de cáncer, había mucho desconocimiento y, me animo a decir, ¡la gente no quería usar ni siquiera la palabra!”

"Un día llegó a manos de Anita, mi mamá-escribe Mónica- un tríptico en papel blanco y negro (...) ella lo leía y leía, y entonces pidió- Chicas, por favor, ¿me pueden hacer fotocopias de este folleto?  - ¿Qué es?, pregunté -Es algo que merece ser leído y dado a conocer, me respondió".

Así comenzó esta historia que llevaría a madre e hija a encontrarse con el Hospice desde sus primeros pasos.

"Eran los inicios. Estaban Cristian Viaggio, el doctor, dos ayudantes, la nutricionista y Paula. Vos te encontrás con una situación muy distinta a la vida real cuando ayudás a un ser querido en el tránsito final de su vida. Se te presentan cosas que realmente son difíciles de resolver y ellos estaban para guiarte", contó a este medio.

En el 2011, el Hospice acompañó a Mónica durante el tramo final en la vida de su mamá que fallecía ese año. "En los talleres que brinda el Hospice, aprendí que el camino del duelo se transita sanamente con amor, y en noviembre les propuse a mis amigas y colegas, Rosana de Gala Cosméticos y Dora, de Anaquel, organizar un Té-desfile con el objetivo de juntar dinero para el Hospice", agrega en el escrito.

En 2012 se suma a la tarea el Rotary Club Juan B. Barnech con la propuesta de realizar el desfile en forma anual, para ayudar a la institución.

"El evento es de la gente, da la casualidad que en este momento participamos nosotros, una institución, comercios, pero sería bueno que la gente lo tomara a este evento como de la comunidad, porque esa sería la única forma de darle continuidad. Invitamos a la gente a que se sume al proyecto, que venga, se involucre, que nos ayude en la difusión, que nos dé una idea. Lo queremos hacer más grande", acotó.

Victoria Frezzia, hace tres años que participa. Mónica la convocó para sumarse y no lo dudó. “El Hospice me agita el corazón y eso es lo que nos moviliza. Queremos que la comunidad de Luján y alrededores, cada vez sepa más qué es el Hospice, las tareas que realizan, la gente que hay trabajando allí. Muchos no saben lo que es. Por ahí hay algún familiar enfermo y no saben que existe el Hospice y de esta forma se enteran. Y agradecemos a todos los que siempre nos ayudan", destacaron.

El Hospice Madre Teresa está ubicado en Alsina 2316. Teléfono: 02323 43-8286.