La pandemia aceleró la toma de terrenos

El Municipio radicó cuatro denuncias por ocupaciones de tierras fiscales en los últimos meses. Las zonas más conflictivas se ubican en los barrios Los Laureles y La Loma.

La problemática de la toma de tierras en medio de la cuarentena por la pandemia de coronavirus (y de la crisis económica desencadenada) es un tema que se visibilizó en los últimos días y que preocupa tanto a los distritos del conurbano como del interior. En Luján la problemática también se aceleró.

La alerta la despertó días atrás el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Juan Grabois, quien sostuvo que “hay una oleada de toma de tierras que se va a profundizar” porque “la gente no va a querer seguir viviendo hacinada con el coronavirus dando vueltas”, y en la provincia de Buenos Aires “hay cualquier cantidad”.

En nuestro Municipio, funcionarios reconocieron que “las tomas se fueron intensificando, aceleradas por la pandemia”. En esa línea, relacionaron estas irregularidades con la crisis económica: “La gente no llega a fin de mes. Los que pagaban un alquiler no lo están pudiendo hacer. Por eso se está dando un fenómeno de ocupación. En estos últimos meses se viene incrementando”.

Además del barrio La Loma, en las últimas semanas Los Laureles se volvió la zona más conflictiva. “Ahí tenemos muchas denuncias, es el área más candente”, expuso una autoridad policial consultada por EL CIVISMO. También hubo usurpaciones detrás del predio de la UOM que “la desactivamos. Y otro en el fondo de Villa del Parque, sobre la calle Misiones”, apuntaron. En tanto, desde la Comisaría Luján Segunda agregaron que “en Olivera siempre hay algún llamado. Hemos tenido dos o tres denuncias en estos meses. Uno en Pueblo Nuevo y otro en el Luna. Tratamos de solucionarlo en el momento con la Fiscalía porque si no después es más difícil”.

En los barrios, las noticias sobre tomas y ocupaciones ilegales corren rápido. En La Loma hay preocupación por los terrenos desocupados frente al Jardín de Infantes, entre Los Tulipanes y Acceso Oeste. En Villa del Parque y Lanusse también se mantiene un conflicto por casillas instaladas sobre las calles Del Pilar, Storni, Luppi, Misiones y Corrientes.

Mientras tanto, el Ejecutivo restringió el acceso al catastro para evitar que se identifiquen tierras ociosas de propiedad privada que acumulan deudas municipales, una metodología que se viene escuchando puertas adentro del Palacio Municipal. “Acá llega cualquier cantidad de gente por día estafada, que le venden lotes cuyos vendedores no son los verdaderos dueños”, contaron en el Concejo.
Cuando existe una ocupación, se activa un protocolo. Si es un espacio propiedad del Municipio, el Ejecutivo debe realizar una denuncia penal en Fiscalía. Pero en muchos casos las ocupaciones se dan en tierras privadas, que debe encargarse de la presentación judicial. “Generalmente llaman a la Policía, que no tiene ninguna potestad de sacar a nadie. Solamente lo puede ordenar la Fiscalía en caso de encontrarlos en flagrancia (delito que se está ejecutando en ese momento) y decidir qué es lo que se tiene que hacer”, explicaron desde la Comuna.

Sin embargo, cuando se presenta alguna disputa vecinal producto de la ocupación, el Municipio suele intervenir, aunque no sean tierras fiscales. Por eso, en los últimos meses, comenzó a aplicarse la polémica ordenanza general 38 que data de 1969, lo que permite una ocupación precaria del terreno en cuestión. La normativa autoriza a los Departamentos Ejecutivos a “disponer la ocupación de lotes o fracciones de terrenos baldíos, ubicados en la planta urbana atendida por servicios, que se hallen en estado de abandono y que por razones de higiene o seguridad, afecten los intereses de la comunidad”.

“Es para eliminar estas disputas, con el objetivo de armar un espacio que la comunidad pueda utilizar”, explicó un funcionario municipal. “Cuando tomamos conocimiento de una situación, recomendamos al privado que haga la denuncia”, agregó.

En los últimos meses, se radicaron al menos cuatro denuncias por ocupaciones de tierras fiscales propiedad de la Comuna. La última se registró el fin de semana pasado, a partir de la toma de un terreno en el barrio Los Laureles. Justamente, esas tierras habían sido designadas a fines de la gestión anterior para familias que habían tomado un terreno de la empresa Chediak en el barrio Ameghino.

Aunque allí el conflicto es todavía más grave. Es que en septiembre del año pasado el Municipio había firmado un acta-acuerdo para reubicar a las 24 familias en 15 terrenos del barrio Los Laureles -en donde se iban a destinar tres lotes distintos- y las restantes nueve en la localidad de Olivera -en un predio de mayores dimensiones-. Sin embargo, en medio de la campaña electoral y las especulaciones en las urnas, el proyecto de ordenanza para la cesión de las tierras nunca fue validado por el Concejo Deliberante.

Cuando la nueva gestión realizó un relevamiento de estas tierras, la mayoría ya estaban ocupadas. “Había solo cinco libres, tres de los cuales ni siquiera pertenecían al Municipio”, detallaron desde el Ejecutivo. Mientras que los terrenos de Olivera todavía estaban a nombre del Instituto de la Vivienda. “Además, estas tierras son inundables”, agregaron.

¿Programa “Mi terreno” en Luján?

El Municipio analiza copiar el programa “Mi terreno” implementado en la ciudad de Mercedes, para que los vecinos puedan acceder a lotes financiados por la propia Comuna para construir allí sus casas.
El principal inconveniente en nuestra ciudad es que el Estado local prácticamente no tiene tierras, según reconocen desde el propio Ejecutivo. Por eso, el primer paso es generar suelo urbano a partir de negociaciones con privados. “Hay muchos terrenos para cerrar la trama urbana dentro de la ciudad que están vacíos”, apuntaron. Una de las condiciones que va a tener el programa es que, para acceder a los sorteos de la tierra financiada por el Municipio, los inscriptos no deben tener antecedentes ni denuncias por toma”.