Se multiplican pedidos de mercadería en comercios

Un comerciante sostuvo que, de cada 10 clientes que ingresan, tres piden mercadería. La situación se siente con fuerza en panaderías, aunque no escapan otros rubros.

Mientras se aguarda el dato de los índices de pobreza en Argentina, que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer a fines de septiembre -durante el último semestre del año pasado alcanzó el 41,7 por ciento y algunos estudios privados ya lo ubican arriba del 50 por ciento-, otros dos parámetros vienen generando preocupación: el derrumbe del consumo, que se acrecienta mes a mes, en contraposición de la anunciada reactivación.

El consumo masivo sigue sin encontrar su piso y durante agosto cayó el 17,2 por ciento interanual, una de las retracciones más duras de los últimos años, según el relevamiento mensual que realiza la consultora Scentia. En julio pasado, había tenido una descenso del 16 por ciento. Si solo se analiza lo que va del 2024, la caída acumulada supera el 10 por ciento.

Los más afectados son supermercados y autoservicios, con un promedio de entre el 17 y 18 por ciento de baja en las ventas.

A eso se le suma el consumo de la carne: cayó un 20 por ciento en comparación al mismo mes del año pasado y alcanzó niveles históricos mínimos debido al deterioro del poder adquisitivo por la inflación. Eso generó cierta estabilidad en los precios, que tuvo un valor promedio de 7.445 pesos por kilo en julio de este año, lo que representa una caída del 16 por ciento en términos reales con respecto a los valores de diciembre último. 

Luján no escapa a esta realidad y al impacto de la crisis económica. En los semáforos, se multiplican las personas limpiando los parabrisas de los vehículos o pidiendo una ayuda. Y ese fenómeno que comenzó en la zona céntrica, se va expandiendo a otros puntos con alta circulación como la avenida Lorenzo Casey. También es casi cotidiano observar vecinos y hasta familias enteras revolviendo la basura de los contenedores en busca de material reciclable o de algo para comer.

La crisis se refleja tanto en la caída en las ventas de los comercios como en la cantidad de gente que entra a pedir mercadería. “De cada diez personas, tres entran a pedir”, contó un comerciante de la zona céntrica.

Las panaderías es el rubro en donde más se nota ese crecimiento de demanda de ayuda. “Aumentó bastante la gente que viene a pedir, si bien la situación impacta mucho en la caída de las ventas. En otros momentos, lo que quedaba no llegaba a darse todo y hoy ya desde temprano pasa gente y le damos lo del día anterior”, contó el dueño de un comercio.

Además, sostuvo que “la semana pasada en particular dos espacios de contención barrial me llamaron para ver si le podíamos juntar lo que quedada porque los pibes vienen cagados de hambre”.

En su caso, establecieron una metodología: ni bien abren el comercio “nos tomamos el trabajo de poner en bolsitas y fraccionar. Ya desde temprano no queda nada, cuando antes recién para el medio día habíamos entregado todo”.

Otra panadería optó por donar todo a diferentes instituciones de la ciudad. “Hoy ingresa mucha gente a pedir, que obviamente también nos solidarizamos. Y muchas veces nos quedamos sin nada para entregar a esas instituciones que tenemos un compromiso de hace décadas”, sostuvieron.

“En lo personal, nunca se vivió algo así. Con ningún color político. Es complejo, es difícil lo que se vive. Una de las cosas que me llama la atención es la cantidad de gente que anda revisando los contenedores, he visto matrimonios con criaturas con carros de supermercados”, agregó sin entrar en discusiones.