La clausura obligó a suspender las operaciones por cajero automático, afectando a los clientes del banco y a otros usuarios del sistema, en una jornada que transcurría con normalidad hasta el llamativo episodio.
La escena sorprendió a quienes se acercaron este lunes por la mañana al Banco de la Provincia de Buenos Aires, ubicado en la intersección de San Martín y Colón.
El recinto donde se encuentran los cajeros automáticos fue clausurado por la presencia de coágulos de sangre, en lo que se presume podría ser el resultado de un aborto espontáneo llevado a cabo en el lugar.
En la puerta de ingreso al área de cajeros, un cartel improvisado con la palabra “Clausurado” escrito a mano fue pegado a la vista de todos. La entrada, además, fue precintada con la clásica cinta plástica con la inscripción “Peligro”.
Mientras se aguardaba la llegada de la Policía Científica, varios efectivos permanecieron apostados en el ingreso. Aunque no estaban autorizados a brindar información, ante la consulta de este medio no desmintieron que se investigue un posible aborto.
Una mujer joven, sin identificación visible en su indumentaria, pero equipada con guantes de látex, solicitaba que no se tomen fotografías del lugar. Presuntamente, debía realizar tareas de peritaje.
En el interior, se podía observar cierto desorden sobre el piso de mármol reluciente, inusual para la prolijidad habitual de la entidad. El área de cajeros, como el resto del banco, cuenta con un sistema de video vigilancia que será clave para reconstruir lo sucedido.
Las imágenes permitirán establecer con mayor precisión en qué circunstancias se produjeron los hechos y si efectivamente se trató de una práctica abortiva en condiciones precarias.
La clausura obligó a suspender las operaciones por cajero automático, afectando a los clientes del banco y a otros usuarios del sistema, en una jornada que transcurría con normalidad hasta el llamativo episodio.