Un par de hechos delictivos acontecidos durante el fin de semana extra largo revivieron un histórico reclamo vecinal.
La inseguridad en la localidad de Olivera no da tregua. Entre la noche del jueves y la madrugada del viernes, delincuentes desvalijaron una vivienda ubicada sobre la colectora sur de la Autovía 5, a la altura del kilómetro 82,200.
El domicilio, que se encuentra lindero a un corralón de materiales para la construcción, fue prácticamente saqueado en su totalidad. Según detalló el damnificado, los ladrones se llevaron una gran cantidad de electrodomésticos, herramientas y objetos personales de valor.
Entre los elementos robados se encuentran dos televisores, una notebooks marca Bangho, una impresora Epson, una tablet Samsung, una motosierra, un taladro, una amoladora, una soldadora, un compresor chico, una maquina hidrolavadora, una pava eléctrica, un termo Stanley, un reloj digital, una bicicleta rodado 20 marca Firebird, un aire acondicionado portátil, una estufa eléctrica, un parlante torre marca Aiwa, una plancha para el cabello, un secador y una máquina para cortar cabello, además de mochilas pertenecientes a los hijos de la familia.
Como dato llamativo, al día siguiente del robo, vecinos comentaron haber visto circular por la zona una camioneta ofreciendo herramientas nuevas para la construcción y ollas de una determinada marca.
Una persona describió el vehículo como gris y otra como blanco. Aunque aún no se puede establecer si tiene conexión directa con el robo, el hecho llamó la atención por su cercanía temporal con el episodio delictivo acontecido horas antes.
Pero eso no fue todo. En la madrugada del viernes, alrededor de la 1:40, tres individuos que merodeaban el casco urbano de Olivera robaron la cámara de seguridad de una vivienda. Es la tercera vez que ese domicilio sufre un robo.
La secuencia quedó registrada por otra cámara privada, en la que se ve a los delincuentes actuar con total impunidad. Uno de ellos, el más bajo, arrojó una piedra para iniciar el ataque.
La indignación vecinal no tardó en manifestarse. Entre los comentarios que circularon en las redes una vecina propuso organizar una marcha para exigir presencia policial permanente.
Denuncian que la inseguridad avanza en un pueblo que, además, carece de servicios esenciales: no hay atención médica 24 horas, ni ambulancia ni bomberos propios.