La Biblioteca Jean Jaurés será sede, el próximo sábado 14 de junio, a las 19 horas, de la presentación de un libro que retrata la vida de Juan Creaghe, un peculiar vecino de Luján, precursor del anarquismo en el país. El trabajo fue realizado por el periodista e investigador Nicolás Grande.
El próximo sábado 14 de junio, a las 19 horas, se llevará a cabo la presentación del libro Juan Creaghe, precursor de la propaganda anarquista en Argentina, del periodista e investigador Nicolás Grande. La convocatoria, de entrada libre y gratuita, tendrá lugar en la Biblioteca Jean Jaurés.
“Es un libro que puede ser leído tanto con interés en la historia local, como con interés en el anarquismo de fines del siglo XIX y principios del XX. Por eso es un libro que va a circular en Luján, pero también va a circular en distintas partes del país, porque a través de la historia de Creaghe uno se acerca a Luján y al movimiento anarquista en Argentina”, resumió Grande.
El libro, con prólogo de la historiadora Natalia Wiurnos, fue publicado por Ediciones Cúlmine, un sello editorial especializado en publicaciones sobre anarquismo. En Luján estará disponible en las Librerías Babilonia y Libros y Arte.
- ¿Cómo llegaste a la publicación de este libro?
- El libro es la síntesis de un trabajo de investigación de muchos años que comenzó, casi de casualidad, en 2012, cuando empecé a indagar sobre qué había pasado en Luján con aquel movimiento anarquista de fines del siglo XIX y principio del XX que fue tan importante en Argentina, especialmente en cuanto al surgimiento de las primeras organizaciones obreras pero también en cuanto al cuestionamiento del orden social y cultural dominante en ese momento. Y a partir de algunos relatos parciales entré en contacto con la vida de Creaghe. Me refiero a textos de Rossi Montero, Pasini o Monjardín que, en general, relatan algunas anécdotas de Creaghe.
A medida que avancé con la investigación me encontré con un personaje realmente fascinante. Un personaje que, durante muchos años, me permitió ir encontrando nuevas facetas, porque hablamos de alguien que vivió en distintos países y contextos, desde su Irlanda natal, pasando por Estados Unidos, por Inglaterra, varias décadas en Argentina, su estadía en México en los tiempos de la Revolución. Y también porque fue un hombre de actuación pública y que escribió mucho. En todos estos años fui realizando publicaciones parciales a través de artículos periodísticos y libros. Todo eso fue el germen de este nuevo libro.
- ¿A partir de qué archivos lograste reconstruir la vida de Creaghe?
- El libro tiene fuentes muy diversas, que coinciden con esta actuación también muy diversa de Creaghe. Trabajé con periódicos argentinos, varios de ellos de Luján, pero también con publicaciones anarquistas de Inglaterra, Francia, España o México. Y después documentos muy heterogéneos entre sí. Por ejemplo, su nombre aparece en el expediente judicial contra Juan Moreira, porque antes de vivir en Luján vivió un tiempo en Navarro y conoció a Moreira, al punto de haber intervenido como médico perito en algunos hechos de sangre que protagonizó el gaucho. Después hay documentación de Creaghe entre los archivos de la Guerra Civil Norteamericana, hecho en el que participó antes de emigrar a la Argentina. También hay archivos de él vinculados a un centro de salud mental de Estados Unidos, donde falleció. Logré contactarme con un pariente lejano que vive en Estados Unidos y juntos pudimos reconstruir el árbol genealógico. Es decir, las fuentes consultadas fueron muchas. Y probablemente sigan existiendo archivos que todavía no he ubicado. Todo esto fue posible por la digitalización que existe de estos materiales.
- ¿De qué manera podés sintetizar la figura de Creaghe?
- Formalmente Creaghe fue un médico de origen irlandés que nació y se crió en un contexto familiar de holgura económica. Eso explica la posibilidad que tuvo de ser médico muy tempranamente, a los 23 años ya estaba recibido; y de viajar para conocer ese mundo que indudablemente le llamaba la atención. Desde muy joven podemos encontrar rasgos de su característico humanismo. Y creo que fue ese perfil humanista el que lo terminó acercando al anarquismo, una ideología que se convirtió en una filosofía de vida para él, basada esencialmente en la defensa de la dignidad de las personas y, en especial, de aquellos sectores oprimidos y explotados, bajo ese concepto maravilloso de ayuda mutua, es decir, de creer que el avance social no deviene de la competencia entre las personas sino de la solidaridad. Y también la convicción de que los seres humanos somos esencialmente buenos, algo que sin dudas genera esperanzas. Creaghe fue un hombre de esperanzas colectivas. En ese camino terminó entregándose por completo a la causa anarquista, incluso desde el punto de vista económico, ya que murió pobre, sin perder nunca la esperanza en una revolución que generara un mundo de iguales, más justo.
- ¿Cómo fue su vínculo con Luján?
- Tuvo un vínculo con Luján muy fuerte. De hecho, vivió alrededor de 30 años, desde principios de 1880 hasta 1911, cuando se fue del país atraído por la revolución mexicana. En Luján entabló muy buenas relaciones, fue alguien muy querido por el vecindario a pesar de su forma de pensar y de su actuación anarquista que tantas veces le valió la persecución policial y la cárcel. No hay que perder de vista que para algunos sectores conservadores, también presentes en Luján, el anarquismo era algo así como un virus que amenazaba con enfermar el organismo social en su conjunto. De ahí la idea de perseguir y reprimir a sus militantes. De todas formas, Creaghe era alguien apreciado y respetado porque era coherente entre su pensamiento y sus acciones. Incluso en Luján era conocido como “el médico de los pobres”, por su decisión de no cobrar sus servicios, e incluso ayudar con medicamentos, a los sectores de bajos recursos.
- ¿Cómo se expresó en Luján su militancia anarquista?
- Creo que el libro propone analizar una parte de la historia de Luján en articulación con la historia del movimiento anarquista en Argentina, en cuanto a su fundación y consolidación, aspectos en los que Creaghe tuvo un rol centralísimo. Porque algunas de las propuestas de Creaghe que lo volvieron un referente dentro del universo anarquista nacional e internacional, ocurrieron en Luján. Acá fundó un periódico anarquista que fue un antecedente de un diario muy importante, quizás de los más importantes en América Latina dentro del anarquismo, que fue La Protesta. Antes de eso fundó El Oprimido, que si bien era un periódico que tenía su Dirección en Luján, llegaba a distintas ciudades del país.
Y también fundó una escuela. Se llamó la Escuela Moderna de Luján, que fue una de las pocas propuestas que existieron dentro del movimiento anarquista argentino dedicadas a la educación formal para tratar de contrarrestar lo que en ese momento ya era un desarrollo grande de la educación pública y también de la educación religiosa. Quienes se dedicaron a estudiar la incidencia anarquista en la educación han analizado esta experiencia, porque si bien tuvo una vida de dos años, fue una propuesta concreta.
Por otra parte, Creaghe articuló un grupo de anarquistas locales dedicados a desarrollar propuestas por ahí más cotidianas, como charlas o imprimir folletos de propaganda. Es decir que su vínculo con Luján fue, por un lado, afectivo porque concretamente tejió vínculos con muchos sectores de la ciudad; pero también fue militante, y justamente durante los años en los que Luján se consolidó como centro católico nacional, en torno a la construcción de la Basílica. Esto tampoco es un dato menor, ya que para los anarquistas, claramente anticlericales, Luján era la meca del oscurantismo religioso. Entonces también se da ese cruce interesante de que un referente del anarquismo argentino viviera en la “capital de la fe”. En varios tramos del libro analizo y expongo ese contraste.