Sustrajeron una Bajac y una Yamaha e intentaron llevarse una Honda. Los delincuentes habrían ingresado al predio tras saltar un paredón y cuando se fueron pasaron por dos puestos de seguridad.
Con una impunidad tan asombrosa como preocupante, delincuentes robaron dos motos dentro del Parque Industrial Villa Flandria, en un episodio que dejó al descubierto la fragilidad de los sistemas de control y vigilancia en uno de los polos productivos más importantes del distrito.
El hecho ocurrió el miércoles por la noche. Una de las motos sustraídas fue una Yamaha MT 03 de color azul, que su dueño, Facundo, había comprado ese mismo día. La otra fue una Bajaj Dominar 250 cc. Además, los delincuentes intentaron llevarse una Honda Tornado, pero al no lograr encenderla, la dejaron con daños en el sistema de arranque.
Facundo trabaja en una de las empresas del Parque Industrial y había dejado su moto estacionada frente a una garita donde hay personal de seguridad.
“Acá te obligan a entrar con casco, chaleco (refractario), licencia de conducir, VTV y seguro, pero ahora nadie se quiere hacer cargo. Me dicen que le tendría que haber puesto candado a la moto y que si tengo seguro no me haga problemas”, relató.
Sin embargo, el joven aún no había podido asegurar el vehículo: “La moto la transferí ayer y no tuve tiempo para asegurarla. Eso lo iba a hacer hoy, pero anoche me la robaron”, lamentó.
Según reconstruyó la víctima, los delincuentes ingresaron al Parque Industrial trepando un paredón no muy alto que bordea el río Luján. Una vez dentro, se colocaron cascos, arrancaron las motos -la Yamaha y la Bajaj-, e intentaron forzar la Tornado.
Luego, salieron del predio con total tranquilidad, pasando por la garita de seguridad y por el camino de acceso llamado Julio Steverlinck, frente a la base operativa del GAD Luján, ubicada a metros del Estadio Carlos V, en la intersección de San Martín.
Facundo se dio cuenta del robo a la 1 de la madrugada, cuando terminó su jornada laboral. "Todo el esfuerzo que vengo haciendo para tener algo es de gusto. Solo me dieron las imágenes de las cámaras, pero nadie se hace cargo. Quedé a la deriva", dijo.
La víctima expresó su indignación al enterarse de que no era el primer caso: “Se ve que hacen lo que quieren acá porque ya habían robado una moto la semana pasada o la anterior. Ahora me entero de todo esto sino seguía viniendo en colectivo”.
Tanto desde la empresa donde trabaja como desde la administración del Parque Industrial, Facundo asegura que no recibió respuestas concretas ni acompañamiento: “Ni en la empresa ni en el parque se quieren hacer cargo del robo”. Actualmente, ofrece una recompensa por su moto Yamaha azul.
La indignación crece no solo por la falta de respuestas, sino también por la naturalidad con la que los delincuentes se movieron por un predio supuestamente controlado, sin despertar sospechas y frente a instalaciones de seguridad pública y privada.