Desvalijaron una quinta en el barrio Luchetti

Pasó el viernes a la medianoche en calles Esteban Echeverría y Salta, en la localidad de Open Door.

Otro hecho de inseguridad se produjo en Open Door. Esta vez, el blanco fue “Quinta Ghanima”, un pequeño emprendimiento familiar ubicado en las calles Echeverría y Salta, en el barrio Luchetti, donde entre la medianoche del viernes y la 1.30 de la madrugada, delincuentes ingresaron y desvalijaron el lugar.

Javier, dueño del predio, contó a EL CIVISMO Digital que llegó cerca de las 2 de la madrugada y se encontró con la escena devastadora: el lugar había sido prácticamente saqueado. “Se llevaron el televisor, la estufa, ropa, acolchados”, dijo en contacto con este medio.

La quinta suele alquilarse por día, fin de semana o para eventos. Como muchos otros espacios similares, no solo es una fuente de ingresos para la familia que la administra, sino también para otros vecinos que prestan servicios vinculados, como catering, limpieza, mantenimiento y organización.

Por eso, lo ocurrido no solo afecta a Javier y su familia, sino a toda una red de trabajadores que, directa o indirectamente, encuentran allí una fuente de sustento.

Según el testimonio del propietario, los robos en el barrio Luchetti son frecuentes. “Una vez por semana hay un robo”, lamentó. Dijo que si bien es la primera vez que su quinta es blanco de los ladrones, en la zona reina la inseguridad.

También consideró que hacer la denuncia es, muchas veces, una pérdida de tiempo, aunque en esta ocasión la Policía se hizo presente. A través de sus redes sociales, Javier difundió un mensaje solicitando a los vecinos no comprar lo robado y pidió colaboración para recuperar lo que le sustrajeron. Al parecer, están ofreciendo el televisor por 20 mil pesos.

“Duele tanto esfuerzo… Mejor que no haya estado yo adentro en ese momento, porque no sé qué podría haber pasado”, reflexionó.

Vecinos del barrio se solidarizaron con la familia, aunque la preocupación por la falta de patrullajes, la escasa presencia policial y la falta de alumbrado público se repite en cada conversación. “No patrullan, no hay compromiso real con la localidad”, aseguró el damnificado.

Por último, Javier pidió medidas concretas: “Pedimos luminarias, alarmas vecinales, cámaras de seguridad. Basta de robarnos el esfuerzo de cada día. Todo cuesta. Lamentablemente, los ciudadanos estamos desprotegidos, las denuncias quedan archivadas, miran para otro lado. ¿Quién nos cuida?”, se pregunta.