La construcción del nuevo espacio situado en barrio Zapiola se encuentra paralizada ante el desfinanciamiento del gobierno nacional. Los ediles de la Unión Vecinal justificaron el ajuste en Educación y pidieron que se "haga cargo el Municipio".
La comunidad de la Escuela Secundaria 11 continúa esperanzada en poder alcanzar el sueño de su casa propia, algo que parecía estar tomando forma hasta que llegó el indiscriminado ajuste del gobierno de Javier Milei y paralizó la obra pública, incluso en áreas como la educación.
Los trabajos comenzaron en el año 2023 en el marco de un convenio firmado por los estados nacional, provincial y municipal. Allí se estableció que la construcción sería financiada por el Ministerio de Educación de la Nación y coordinadas por el Consejo Escolar local. Sin embargo, actualmente, dicho ministerio ya no existe (fue degradado a Secretaría) y quien debería cumplimentar el envío de los recursos es la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.
Se trata de una obra sumamente necesaria ya que la Secundaria 11 se encuentra compartiendo edificio con la Escuela Primaria N° 31 del barrio Ameghino. Por eso, este lunes, la directora de la institución, Andrea Barilari; la docente Carola Denevi; una auxiliar y vecina del barrio Zapiola, Mirta Gómez; y alumnos pertenecientes al Centro de Estudiantes, se acercaron al Concejo Deliberante para que su reclamo tome impulso.
La directora Barilari explicó que las dificultades de compartir el edificio con la Primaria 31 se incrementan ante el aumento de la matrícula y la escasez de aulas. “La Secundaria 11 tiene nueve cursos y tan solo cuatro aulas, con lo cual nosotros estamos abiertos desde las 7.30 de la mañana hasta las 8 de la noche porque sale un turno y tiene que entrar el otro.”
En este sentido, los adolescentes muchas veces abandonan los estudios ante la imposibilidad de concurrir por la tarde o cambiar de horarios entre la transición del Ciclo Básico, de tercer año, hacia cuarto, “y empiezan a ir a escuelas ubicadas en el centro donde por ahí no pueden mantener la continuidad como si lo hicieran en la escuela del barrio”, dijo Barilari.
La directora resaltó la “importancia de la escuela del barrio y todo lo que nosotros trabajamos para que ellos sientan que es su escuela. Por eso le pedimos a ustedes (los ediles) que por favor vean la posibilidad de que podamos continuar con la construcción de nuestra escuela.”
Por su parte, Carola Denevi, profesora de inglés, advirtió sobre los peligros que implica la obra paralizada donde se encuentran los pozos y los hierros de las bases del futuro edificio junto a una plaza municipal. “El playón está todo cuidado, pusieron aparatos para hacer educación física, va como avanzando una parte de la plaza; pero al lado está el predio de la futura escuela abierto y abandonado”, explicó Denevi, solicitando la construcción de un cerco perimetral.
El pedido impulsado por los concejales de Unión por la Patria solicitándole a la ministra Sandra Pettovello la reactivación de las obras y el cumplimiento del convenio no contó con el apoyo de los ediles opositores, quienes volvieron a apelar a la “abstención” a la hora de votar, un comportamiento que se viene repitiendo ante reclamos vecinales.
Sin embargo, el bloque de la Unión Vecinal fue un poco más allá y se encargó de justificar la decisión de no continuar con las obras públicas por parte del gobierno de Javier Milei. En ese sentido, Agustín Musso expresó que le daba “vergüenza” que “500 días después” de asumido el gobierno de Milei la única propuesta del intendente Leonardo Boto sea “pedirle a la ministra que termine la escuela”.
El vecinalista además propuso que sea el Estado Municipal quien se encargue de ejecutar la construcción del nuevo edificio: “Si el intendente quiere dar de baja ese convenio, el famoso convenio del que están hablando, firmado a mitad del 2023, lo podría hacer de forma unilateral y con fondos municipales terminar la escuela”. Y de paso incorporó al pedido la Escuela Primaria N° 9 de la localidad de Open Door “porque el dinero está”, agregó.
El ex funcionario del gobierno de Oscar Luciani tampoco perdió la ocasión de recordar que el propio secretario de Economía del Municipio destacó haber logrado “11.000 millones de pesos de superávit” que en vez de gastarlo en “estupideces como palmeras y canteros” podría destinarlo a construir escuelas.