Fuerte repudio contra un concejal del vecinalismo

Durante la sesión del Concejo Deliberante, el edil Francisco Giaccaglia, en su defensa del gobierno de Javier Milei se refirió al "proceso de reordenamiento nacional" que está llevando a cabo, un concepto vinculado a la última dictadura cívico-militar.

La Unión Vecinal volvió a quedar en el centro de la tormenta cuando uno de sus concejales intentó esbozar una cerrada defensa de las políticas de ajuste y desregulación llevadas a cabo por el gobierno de Javier Milei.

Se trata del presidente del interbloque Unión Vecinal y ex director de Gobierno de la gestión de Oscar Luciani, Francisco Giaccaglia, quien apeló a la expresión “proceso de reordenamiento nacional” para justificar la necesidad que tiene el gobierno libertario de aplicar medidas que perjudican a amplios sectores de la comunidad local.

Uno de los primeros en alertar sobre el peso lingüístico que conlleva semejante definición política fue el presidente del cuerpo, César Siror, quien le recordó durante la sesión al edil vecinalista que al producirse el golpe cívico-militar en marzo de 1976 el gobierno encabezado por el general Rafael Videla anunció que su plan consistiría en llevar a cabo un “proceso de reorganización nacional”.

Días más tarde, en el mismo sentido se expresó la Comisión de Familiares y Amigos de Detenidos Desaparecidos de Luján a través de un documento publicado en sus redes sociales y replicado por agrupaciones de Derechos Humanos y gran parte del arco político oficialista.   

“No es casual que el concejal usara estos términos. Hay ideas que circulan, conceptos que se repiten readaptados a la cruel realidad resultante de las políticas que toma el actual gobierno nacional”, expresaron desde la Comisión.

“Recordemos que la última dictadura cívico-militar (1976-1983) se autodenominó ‘Proceso de Reorganización Nacional’. La ‘reorganización’ consistió en exterminar a aquella militancia que se había comprometido desde los años anteriores con un proyecto revolucionario que pusiera fin a las dictaduras militares y a las injusticias impuestas por el poder económico”.

“En Luján, esa dictadura que se propuso ‘reorganizar’ el país en favor de aquel poder, tuvo su representación en la Unión Vecinal, cuyos hombres Silverio Pedro Sallaberry y Gerardo Amado, se pusieron a disposición para ser los intendentes comisionados en esta ciudad. Recordemos siempre que a los pocos días de asumir Sallaberry se produjo el primer secuestro seguido de desaparición en Luján el 4 de junio”, agrega el comunicado.

El contexto en el cual Francisco Giaccaglia definió al plan de gobierno de Javier Milei como “proceso de reordenamiento nacional” fue cuando un grupo de vecinos de presentó para advertir sobre la situación que atraviesan las Bibliotecas Populares tras la sanción del decreto presidencial 345/25 cuyo objetivo es desfinanciar un sector con presencia en miles de pueblos y ciudades.

Tal como informó EL CIVISMO, el decreto establece que la Conabip (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares) deja de ser un organismo federal desconcentrado (es decir, con relativa autonomía del Poder Ejecutivo) para pasar a depender totalmente de la Secretaría de Cultura (convertida en secretaría de Estado, también por decreto, en 2024).

La medida dispone, además, la disolución de un órgano colegiado compuesto por representantes de las provincias y, en su lugar, crea un “consejo asesor ad honorem de cinco expertos” designados por el propio secretario de Cultura. Y el presidente de la Conabip -cargo que en la actualidad ocupa el bibliotecólogo Raúl Escandar- se convertiría en director, y los directores, en subdirectores.

Además, la Comisión de Familiares y Amigos de Detenidos Desaparecidos de Luján resaltó que la Unión Vecinal “y sus actuales hombres y mujeres nunca han hecho una autocrítica sobre su rol durante la dictadura. De hecho, supo decir Giaccaglia que ‘van a llevar el legado de Sallaberry y Amado a lo más alto’. Es decir, llevan adelante el legado de los cómplices civiles de la dictadura”.