El vecino afectado tuvo que peregrinar para que le tomen la denuncia.
El jueves 19 de junio, cerca de las 21 horas, un vecino del barrio San Francisco vivió una situación indignante cuando descubrió que la luneta trasera de su auto había sido destruida.
El vehículo, un Volkswagen Gol, se encontraba estacionado en la vía pública. Gonzalo, su dueño, no logró determinar si el hecho fue motivado por un intento de robo o simplemente por un acto de vandalismo.
Una vecina le relató haber visto a dos jóvenes salir corriendo del lugar, aunque no pudieron ser identificados.
Tras el episodio, el damnificado decidió hacer la denuncia correspondiente. Sin embargo, allí comenzó una pequeña odisea: en la Comisaría Luján Primera le informaron que debía dirigirse al Destacamento de Pueblo Nuevo por cuestiones de jurisdicción.
Pero al llegar a ese Destacamento, se llevó como sorpresa que no había personal disponible para tomarle la denuncia. Finalmente, debió trasladarse hasta la Comisaría Luján Segunda, en Jáuregui, donde fue atendido y se pudo formalizar el trámite.
“Yo pude hacerlo porque tenía con quién ir, pero no sé si otro vecino en una situación similar, sin movilidad, podría realizar la denuncia”, reflexionó Gonzalo.
A pesar del mal momento, destacó que un móvil policial llegó rápidamente al lugar del hecho y reconoció la atención recibida por parte del personal policial en todas las dependencias.
También expresó su solidaridad con los efectivos “por las condiciones en las que les toca trabajar”. Como alivio, la aseguradora del vehículo cubrirá el daño ocasionado.