Uno volcó con aves vivas tras chocar un caballo suelto en la Autovía 5 a altura del barrio Loreto. Mientras que en el Acceso Oeste a la altura del puente Beschtedt otro camión perdió el control.
Durante la madrugada de este miércoles se registraron dos incidentes viales que involucraron a camiones en distintos puntos del distrito de Luján.
En ambos casos, las maniobras terminaron con importantes daños materiales y demoras en la circulación vehicular, aunque afortunadamente no hubo que lamentar heridos.
El primero de los hechos ocurrió cerca de la 1.30 horas en la Autovía 5, a la altura del kilómetro 72, en la zona del barrio Loreto, en la localidad de Jáuregui.
En sentido descendente hacia Luján, un camión Iveco modelo 170E22 que remolcaba un acoplado marca Helvetica, perteneciente a la empresa Transporte “Los Viejos”, sufrió un violento despiste y posterior vuelco.
El vehículo transportaba una carga de aves vivas en cajones plásticos cuando embistió a un caballo que se encontraba suelto sobre la traza. El impacto provocó la pérdida de control y el vuelco de parte del camión sobre la calzada.
El conductor, identificado como Maximiliano Sebastián Sánchez, de 42 años y domiciliado en la ciudad de San Antonio de Areco, resultó ileso.
A raíz del siniestro, la ruta debió ser cortada por varias horas y el tránsito fue desviado por la vieja traza de la Ruta Nacional 5. En el lugar trabajaron efectivos del Destacamento de Policía de Olivera, personal de Corredores Viales y de la Guardia Urbana municipal.
En el sector donde tuvo lugar el incidente vial la calzada es recta, sin iluminación artificial y a esa hora presentaba condiciones de visibilidad reducida.
Casi en simultáneo, otro incidente tuvo lugar sobre el Acceso Oeste, en cercanías del puente Beschtedt.
Allí, un camión de la firma Transcur que tiraba un remolque identificado con el logo de la cerveza Schneider terminó con la cabina aprisionada contra uno de los guardarails.
Aunque no se descarta la intervención de otro vehículo, se presume que el chofer pudo haber perdido el control a raíz de una fuerte ráfaga de viento cruzado o por una maniobra brusca para evitar algún obstáculo causándole lo que se llama “efecto tijera”.