Si bien es un lugar accesible en términos de vuelos y alojamiento ?especialmente para argentinos que aprovechan promociones?, los gastos del día a día pueden aumentar sin que uno se dé cuenta.
Cancún enamora a simple vista, pero también enseña rápido a quienes llegan sin información. Si bien es un lugar accesible en términos de vuelos y alojamiento —especialmente para argentinos que aprovechan promociones—, los gastos del día a día pueden aumentar sin que uno se dé cuenta.
Esto sucede, sobre todo, cuando no se tiene en cuenta cómo moverse. Y aunque las distancias no son enormes, las tarifas pueden serlo si no se elige con cuidado.
El transporte puede duplicar tu presupuesto sin que lo notes
Un traslado desde el aeropuerto a la Zona Hotelera puede costar hasta 60 USD si se contrata al llegar, sin reserva previa. En cambio, el mismo servicio, gestionado con anticipación o compartido entre varios pasajeros, puede costar menos de la mitad. La diferencia no está en la distancia, sino en la previsión. Los viajeros frecuentes lo saben: reservar el transfer con tiempo es más barato y evita problemas.
Taxis sin taxímetro: el turista siempre pierde
En Cancún, los taxis no tienen taxímetro. Las tarifas se acuerdan “a ojo”, y muchas veces el precio depende de si el pasajero parece conocer la ciudad o no. Esto lleva a que un trayecto corto, como ir de una playa pública a un hotel, pueda costar tres veces más de lo que costaría en transporte público o con un traslado ya pactado.
Además, al no haber recibo, no hay manera de reclamar. Por eso, moverse sin preguntar antes o sin saber cuánto deberían costar las cosas, casi siempre termina saliendo caro.
Conocer el terreno: el primer consejo real
Quienes ya viajaron a Cancún coinciden en un punto clave: tener resuelto el traslado desde el aeropuerto con una empresa profesional evita una larga lista de posibles disgustos. Llegar sin saber cómo moverse puede traducirse en esperas innecesarias, precios inflados o servicios poco confiables.
Por eso, planificar ese primer trayecto con antelación no es un detalle menor, especialmente en un destino donde las distancias son largas y el movimiento turístico es constante.
Entre las empresas más recomendadas por los propios viajeros argentinos se destaca Tequila Transfers, mencionada en numerosas reviews por su puntualidad, la cordialidad de sus conductores y el excelente estado de sus vehículos. Además, permite coordinar todo desde antes de viajar, con opciones compartidas o privadas según la necesidad. Elegir bien ese primer traslado no solo da tranquilidad: marca el tono de todo lo que sigue empezando con el pie derecho.
Moverse bien en Cancún no es cuestión de suerte o intuición. Es una parte clave del viaje. Y quienes repiten destino lo saben: el transporte es un gasto invisible que puede volverse gigante si no se controla. Por eso, tener claro cómo y con quién trasladarse —desde el primer paso fuera del aeropuerto— no es un detalle menor. Es, de hecho, el primer paso para disfrutar sin sobresaltos.