Sucedió cerca de las 22.30 en San Sebastián y Dorronzoro. No hubo que lamentar heridos. Las pérdidas fueron casi totales.
Un voraz incendio se desató el lunes por la noche en una vivienda ubicada en las calles San Sebastián y Dorronzoro, en el barrio El Quinto. El siniestro comenzó pasadas las 22.30 y, según los primeros indicios, el fuego se habría iniciado en una de las habitaciones por la presunta manipulación de una estufa.
En pocos minutos, las llamas se propagaron y alcanzaron gran parte del inmueble.
De acuerdo al relato de vecinos, la situación estuvo marcada por la tensión familiar. “Según lo que escuché, le echaban la culpa a la nena por la estufa”, señaló una vecina que presenció la escena, en referencia a una de las hijas del matrimonio que reside en la casa.
La vivienda, aseveraron varias personas, se encuentra usurpada desde hace unos seis años por una pareja con dos hijos de 10 y 12 años, que atraviesan una situación de extrema vulnerabilidad.
En ese tiempo, han generado múltiples conflictos denunciados por los vecinos. "Si vas a la Comisaría y a la Fiscalía, te van a decir quiénes son", agregó una mujer.
Además, la propiedad ya no reunía condiciones mínimas de habitabilidad: carece de baño, la instalación eléctrica es precaria y la familia se sostiene de la mendicidad en la zona basilical, sumado a la ayuda social que recibe de manera periódica del Municipio.
Incluso, algunos residentes de El Quinto señalaron que parte de la mercadería destinada a la familia es luego revendida para sostener vicios y adicciones.
El fuego afectó tres de las cuatro habitaciones de la casa, aunque la estructura se mantuvo en pie. Todos los ocupantes lograron salir a tiempo, sin registrar heridos.
Sin embargo, las llamas pusieron en riesgo a las viviendas linderas: hubo preocupación porque el fuego alcanzara ramas secas de árboles cercanos, y tuvieron que retirar un automóvil mientras arrojaban agua con baldes en un intento por contener las llamas, hasta la llegada de los Bomberos Voluntarios.
Minutos después arribó al lugar la unidad 15 de los Bomberos Voluntarios, que logró sofocar el incendio con rapidez y evitar un desastre mayor.
A pesar de los daños considerables y de las precarias condiciones en que quedó la vivienda, la familia afectada decidió regresar al lugar. Actualmente ocupan la única parte de la casa que no fue alcanzada por el fuego: la cocina.